MALAGA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La defensa de Tony Alexander King mostró hoy su intención de recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga que condena al británico a un total de siete años de prisión por intentar violar y lesionar a una mujer en Puerto Marina, en Benalmádena (Málaga), en junio de 2001.
Así, el Tribunal de la Sección Octava le ha condenado a cinco años por el delito de agresión sexual en grado de tentativa y a dos años por el de lesiones, según la sentencia, en la que además se le impone una indemnización de 11.500 euros para la víctima por las lesiones y el daño moral sufrido.
Desde la defensa de King, acusado en el crimen de la joven Rocío Wanninkof y condenado por la muerte de Sonia Carabantes, precisaron en declaraciones a Europa Press que una vez estudien la resolución, la intención es presentar un recurso de casación, ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
En la sentencia se declara probado que el acusado abordó a la víctima cuando ésta acaba de abrir la puerta del vehículo, "empujándola hacia el interior", por lo que la mujer quedó tumbada boca abajo. El británico le golpeó fuertemente en la cabeza y en la mano izquierda cuando ella intentaba protegerse la nuca.
En ese momento, el acusado comenzó a tocarle los pechos e intentar desnudarla con intención de violarla, lo que no consiguió, porque la víctima, "sacando fuerzas de flaquezas", logró darse la vuelta y le propinó varias patadas y gritos de auxilio hasta que consiguió sacarlo del coche y que saliera corriendo.
La Sala estima "ajustadas a la naturaleza y gravedad de los hechos perpetrados" las penas solicitadas por el fiscal y la acusación particular, quienes elevaron a siete años sus peticiones, al imputarle un delito de lesiones, además del intento de violación denunciado por la mujer.
Asimismo, el Tribunal precisa en la sentencia a la que tuvo acceso Europa Press que el acusado tiene antecedentes penales en su país, lo que evidencia "una proclividad delictiva que debe ser frenada a través de los mecanismos sancionadores del Estado de Derecho". Asimismo, añade que "la brutalidad y extraordinaria violencia demostrada" justifica la imposición de dichas penas.
En este sentido, considera posible que "de no haber mediado una defensa heroica por parte de la víctima, las consecuencias finales hubieran podido ser más graves", ya que se encontró un cuchillo en el coche; y califica el ataque de "cobarde" porque no se dio a la víctima la posibilidad de defenderse.
La mujer reconoció en el juicio oral al británico como la persona que la agredió "con una agresividad tremenda" y con golpes "sobre todo en la cabeza", según dijo en su declaración. No obstante, ésta lo había reconocido ya al verlo en la televisión cuando fue detenido por la muerte de Sonia Carabantes; una identificación considerada "inusual".
Esta identificación, la confirmación en una rueda de reconocimiento, así como la realizada "sin ninguna duda" en la Sala durante el juicio, fueron parte de los elementos que convencieron al Tribunal de "la culpabilidad del acusado".
En su declaración, King afirmó que si él hubiera querido hacer algo así "lo habría hecho, no hubiera sido una tentativa", negando los hechos. En su derecho a la última palabra, aseveró que si se le condena llevará este caso "a los tribunales de los derechos humanos" y expresó su intención de "denunciar a cada uno de los jueces", al considerar que existe "una persecución".
