MÁLAGA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Málaga, tras el veredicto de culpabilidad de un jurado popular, en la que condenaba a 10 años de prisión a un alemán por matar a su casero con el que mantenía frecuentes discusiones y entre los que existía un ambiente de conflictividad.
De esta forma, la Sala desestima, según la sentencia a la que tuvo acceso Europa Press, el recurso presentado por la defensa, que se basó en que ni los jurados en su veredicto ni en la resolución se había aplicado la atenuante de confesión, al estimar que el acusado se limitó a reconocer algunos aspectos parciales después de que la Guardia Civil ya le investigaba y no antes.
En la sentencia de la Audiencia Provincia, sí se estimó la atenuante de arrebato u obcecación. Los hechos tuvieron lugar el 25 de diciembre de 2005, aunque el acusado y su familia estaban en la vivienda desde octubre del mismo año y al poco tiempo de instalarse, surgieron los problemas entre las partes.
En este ambiente de conflictividad, el día de los hechos la víctima llamó dos veces a la Guardia Civil de Periana para denunciar problemas y que unos coches le impedían el acceso a la casa de madera de su propiedad. Tras esto, fue a hablar con el acusado para decirle que retirara esos vehículos, según la resolución.
En ese momento, se produjo una discusión entre ambos y cuando el fallecido se subió en su coche con la intención de irse, el procesado le tiró una piedra que fracturó una ventanilla. La víctima se bajó del coche, según se declara probado, y se enzarzaron en una pelea en la que el acusado golpeó al hombre una o varias veces en la cabeza con otra piedra, aunque sin causarle la muerte aún.
Posteriormente, el acusado cogió su coche "e intencionadamente pasó por encima del cuerpo de la víctima que se encontraba en el suelo aún con vida". Instantes después, lo introdujo en su coche y lo precipitó hacia abajo de forma que el vehículo impactó contra un poste cercano. Se fue a casa, cogió un trapo con gasolina y lo arrojó al interior, "provocando un incendio en la parte delantera", que calcinó el cadáver.
