MÁLAGA, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y su hija pequeña, Sasha, dijeron esta mañana adiós a cuatro intensos días de vacaciones en la Costa del Sol. A bordo del Air Force Two, partieron del aeropuerto de Málaga sobre las 10.50 horas en dirección a Palma de Mallorca, donde almorzarán en el Palacio de Marivent con los Reyes de España y la Princesa de Asturias.
El avión llegó al aeropuerto Pablo Ruiz Picasso de la capital malagueña en torno a las 09.10 horas, situándose cerca del pabellón de autoridades. Ante un fuerte dispositivo de seguridad, como ha sido habitual durante todos estos días, la primera dama y su hija entraron en la aeronave sobre las 10.30 horas.
Tras el almuerzo en Mallorca con la Familia Real española, está previsto que la mujer del presidente Barack Obama y su hija de nueve años embarquen en el mismo avión de regreso a Estados Unidos.
Benahavís, donde se ubica el hotel en el que han estado alojadas, el Villa Padierna, un establecimiento de cinco estrellas gran lujo, operado por la cadena Ritz Carlton; Marbella; Granada; Estepona, y Ronda, fueron los lugares incluidos en la agenda vacacional de la primera dama.
Así, desde el aeropuerto de Málaga, al que llegaron el pasado miércoles, junto a un grupo de amigos, se desplazaron por carretera al hotel Villa Padierna. Por la tarde pasearon por el casco antiguo del vecino municipio de Marbella, haciendo pequeñas compras y cenando en un restaurante de la plaza de la Iglesia.
Granada fue el destino del segundo día de la visita de las Obama. Una intensa jornada que incluyó la Catedral; la cueva La Rocío del emblemático barrio del Sacromonte, donde disfrutaron de un espectáculo flamenco de la mano del bailaor Juan Andrés Maya y su familia, y el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife.
Después de esta jornada de turismo cultural, Michelle y Sasha Obama disfrutaron el viernes de su primer día de playa en la Costa del Sol; en concreto, fueron al club que el hotel Villa Padierna tiene en Costalita, en Estepona, a escasos kilómetros de donde se ubica el complejo hotelero. Por la tarde, la pequeña estuvo en el parque Selwo Aventura, también en esta localidad malagueña.
La ciudad de Ronda fue la elegida por la primera dama para pasar el sábado. La bicentenaria plaza de toros, el Tajo, la iglesia de Santa María la Mayor, la Casa de Don Bosco, la del Rey Moro o el Puente Nuevo fueron algunos de los monumentos más emblemáticos que visitaron. Al finalizar el recorrido, Michelle Obama se mostró tan satisfecha de la experiencia que dijo estar dispuesta a volver.
Finalmente, la mujer del presidente de Estados Unidos decidió para su última noche en la Costa del Sol cenar con unas amigas en el restaurante La Meridiana de Marbella.
