MÁLAGA, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los taxistas de Málaga también notaron la crisis económica durante la pasada Feria de Agosto, que, no obstante, sigue siendo la época "más fuerte" para el sector en la capital. Aunque reconocen que registraron un descenso en la facturación respecto al año pasado, aseguran que no ha sido tanto como esperaban y estiman que, en general, las cifras se sitúen en la misma línea que en 2009.
"Sabíamos que no íbamos a conseguir los resultados de años como 2006 o 2007, pero no queríamos repetir la bajada tremenda que tuvimos en 2008 y que mantuvimos en 2009", señaló a Europa Press el presidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat), Rafael García, quien añadió que, "aunque los números no sean los que nos hubieran gustado, dadas las circunstancias actuales, podemos darnos con un canto en los dientes".
En ese "ligero" descenso de viajeros pudo influir, según García, el hecho de que la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) "reforzara el servicio de autobuses", especialmente en las horas de la madrugada, que "es el periodo en que otros años había avalanchas en busca de un taxi".
De todos modos, insistió en la importancia de la Feria para el sector, puesto que "hay actividad de día y de noche" y, además, cuenta con el aspecto positivo de tener una de sus sedes fuera del centro histórico, como es el Real de Cortijo de Torres. Además, esta cita festiva "se encuentra entre las mejores a nivel nacional", subrayó.
VIGILANCIA PRIVADA
Como aspecto positivo, el presidente de Aumat destacó la vigilancia privada en el recinto ferial de Cortijo de Torres, contratada por el propio sector con el objetivo de que de 00.00 a 07.00 horas controlara el servicio de viajeros y regulara la demanda. "Ha sido un éxito y se ha conseguido trabajar de forma controlada", por lo que para próximos años consideró que "el Ayuntamiento debería al menos colaborar en sufragar este gasto, de modo que no tengamos que asumirlo los taxistas en solitario".
Los 1.446 taxis que hay en la capital malagueña estuvieron trabajando durante los ocho días de fiesta, suprimiendo para ello los descansos de los fines de semana: en torno a un 40 por ciento de la flota lo hizo durante el día y el 60 por ciento durante la noche, ya que la franja horaria en la que tienen mayor demanda es de 04.00 a 07.00 horas.
Por último, García hizo hincapié en que "si hace unos cinco años la demanda durante estos días de fiesta era superior a los taxis que había trabajando en la calle, la tendencia ahora se ha invertido y hay más vehículos que viajeros". En ello influyen aspectos como que "la gente tenga menos dinero para gastar", concluyó.
