Tres mociones de censura y varios cambios en gobiernos locales protagonizan los dos años de mandato municipal

Actualizado: sábado, 23 mayo 2009 14:09

Los alcaldes de Estepona y Alcaucín fueron encarcelados por sendas operaciones contra la corrupción urbanística

MÁLAGA, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El próximo 27 de mayo se cumplen dos años desde la celebración de las elecciones municipales, un periodo en el que se han formalizado tres mociones de censura en los municipios malagueños de Vélez-Málaga, Alcaucín y Benalmádena y diversos cambios en gobiernos locales de la provincia.

Así, en lo que va de mandato se ha producido una disminución de poder del PSOE en la provincia al perder dos alcaldías, las de Alcaucín y Benalmádena, ambas por sendas mociones de censura, aunque ha incorporado la de Vélez-Málaga tras arrebatársela al PP.

Esta última fue la primera y se produjo tan sólo 16 meses después de las elecciones municipales de 2007, cuando el PP perdió la Alcaldía veleña tras prosperar una moción de censura presentada en octubre de 2008 en el Ayuntamiento de la localidad por el PSOE, IU y dos concejales del Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar (GIPMTM), que convertía en alcaldesa a la socialista María Salomé Arroyo en sustitución del 'popular' Francisco Delgado Bonilla, que gobernaba con el apoyo del PA.

Los independientes justificaron su apoyo a la moción como un camino para obtener "un Ayuntamiento de Torre del Mar, sin la intención de ir contra nadie".

Otro cambio en un gobierno local se concretó en Alcaucín, un pequeño municipio de la Axarquía, tras la detención del entonces alcalde, el socialista José Manuel Martín Alba, por su presunta vinculación a una trama de corrupción urbanística en el municipio. Este hecho motivó su expulsión de las filas socialistas

Esta operación desembocó en un pleno extraordinario en el que los socialistas, que habían diseñado un equipo de gobierno con la concejala María Victoria Luque como candidata a la Alcaldía, perdieron, contra todo pronóstico, el sillón municipal, ya que salió elegido el andalucista Guillermo Pérez como alcalde al recibir los votos a favor de su formación, del PP y uno del PSOE, en concreto de la anterior concejala de Urbanismo, María Antonia Guerrero, lo que provocó su expulsión inmediata de la formación socialista.

Pero este varapalo no fue el único para el secretario general del PSOE de Málaga, Miguel Ángel Heredia, quien rige el partido desde el 19 de julio de 2008, tras sustituir en el cargo a Marisa Bustinduy. Si en las elecciones municipales de 2007, el PSOE sorprendió en Benalmádena consiguiendo la Alcaldía después de 12 años de mandato del ex alcalde Enrique Bolín, merced a una coalición con IU y el grupo Movimiento por Benalmádena (MpB), dos años después el PP se la arrebató al presentar una moción contra el socialista Javier Carnero el 5 de mayo pasado.

Ese día, los concejales del PP y del GIB, con el apoyo de Iniciativa Democrática de Benalmádena (IDB), del edil de MpB, un no adscrito y una concejala del Grupo Mixto que pertenecía al equipo de gobierno de Carnero, firmaron una moción de censura que prosperó convirtiendo en alcalde al 'popular' Enrique Moya.

El cambio de gobierno en Benalmádena suponía a su vez modificaciones en el organigrama de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, que desde 2007 se basaba en un acuerdo por el que todas las formaciones políticas de la institución --presidida por IU-- participaban en la gestión de la misma.

Sin embargo, tras la moción de censura en el municipio costero, un pacto entre PSOE, IU, el Grupo Socialista Independiente de Ojén (GSIO) y Agrupación Socialista de Manilva (ASM) para formar "un Ejecutivo progresista y de izquierdas" dejaba fuera del Gobierno al PP, que cuenta con diez representantes en esta institución, frente a los cinco de IU, cuatro del PSOE, dos de los independientes de Ojén y uno de los de Manilva. Los populares han encargado un estudio jurídico para ver si la expulsión de los ayuntamientos del PP está sustentada en "la legalidad".

CAMBIOS EN ALCALDÍAS

Uno de los cambios de gobierno más polémicos fue el de Estepona, donde el por entonces alcalde socialista, Antonio Barrientos, fue detenido en el marco de la operación Astapa contra la corrupción urbanística municipal. Tras ingresar en prisión y firmar su renuncia como alcalde, el andalucista Rafael Montesinos se hizo con la Alcaldía accidental, aunque tras ser también imputado, fue David Valadez (PSOE) el que fue nombrado regidor el 17 de julio de 2008 en un pleno extraordinario con los únicos votos en contra del PP, que solicitó la convocatoria anticipada de elecciones.

Antequera también sufrió cambios en la estructura de su equipo de gobierno ya que la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) abrió una brecha entre los socialistas e IU, que gobernaban en coalición.

Hace justo un año, en el municipio malagueño de Ronda el PP vio como se expulsaba del equipo de gobierno a sus cuatro ediles, según el alcalde rondeño, el andalucista Antonio María Marín, retrasos en diversos asuntos como el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) o la gestión del presupuesto local. El regidor, que en un principio dijo sentirse con fuerzas para gobernar en solitario, alcanzó un pacto con el PSOE, sumando los siete socialistas a los nueve representantes del PA.

A pesar de estos cambios en la política provincial, en una localidad en la que, de momento, reina la normalidad es en Rincón de la Victoria, donde el Partido Social Independiente de Rincón de la Victoria (PSIRV), y el PSOE mantienen un acuerdo de gobierno que pasa por compartir la Alcaldía, de tal forma que los dos primeros años de mandato sean para los independientes y los otros dos años para los socialistas. Una reedición, aunque con distinto partido, del acuerdo que en el anterior periodo (2003-2007) hubo entre PP y PSOE.

Llegados al ecuador del mandato, el próximo 15 de junio se producirá el cambio de gobierno entre independientes y socialistas. Al respecto, la secretaria general del PSOE en el municipio, Encarnación Anaya, aseguró que las relaciones entre ambas formaciones son "correctas y cordiales", por lo que no se temen decisiones imprevistas ni injerencias de otros partidos.

La misma normalidad existe en municipios que hace años eran convulsos políticamente hablando, caso de Marbella, donde tras la dura campaña electoral de 2007 Ángeles Muñoz (PP) se hizo con el mando local, dejando atrás al socialista Paulino Plata, que continúa como parlamentario andaluz.

Otros municipios malagueños de menor población como Alozaina, Casares, Fuente de Piedra y Mijas han sufrido también cambios en el sillón municipal en estos dos primeros años de mandato, aunque de menor entidad que los abordados y que han supuesto una ruptura en las relaciones entre PP y PSOE, cuyos máximos representantes, Elías Bendodo y Miguel Ángel Heredia, respectivamente, escenificaron un acuerdo por Málaga que quedó en papel mojado apenas un mes después de firmarse y que no tiene visos de mejoras dados los últimos acontecimientos en la política provincial malagueña.