MÁLAGA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a nueve años de prisión y a una multa de 150.600 euros a un hombre, de nacionalidad belga, por apuñalar a otro, presuntamente para matarlo, el cual saltó por la ventana del piso en el que ambos estaban, en la localidad malagueña de Torremolinos, para huir de la agresión.
Los hechos tuvieron lugar el 1 de agosto de 2004, cuando el procesado y el lesionado estaban en el domicilio de este último y comenzó entre ellos, según la sentencia de la Sección Segunda, a la que tuvo acceso Europa Press, una fuerte discusión por motivo o causa que no ha quedado probada.
Así, como la víctima quería marcharse de la vivienda, el acusado se fue a la cocina, ubicada a la entrada del estudio, y cogió un cuchillo de largas dimensiones con el que "abalanzándose" sobre el otro cuando estaba de espaldas y con la intención de acabar con su vida, "le propinó una puñalada en la zona costa derecha".
A continuación, el lesionado intentó huir, lo que no pudo hacer más que hacia el interior del apartamento, donde estaba la terraza, por la que, al verse acorralado por el acusado, trató de escapar queriendo descender hacia la planta inferior, agarrándose, primero a la barandilla.
Después, se agarró a los tubos de conducción del aparato de aire acondicionado, en el que intentó sostenerse, aunque se desprendieron las presillas, cayendo la víctima al vacío desde la altura del cuarto pisos hasta chocar con el suelo de la calle, por lo que sufrió varios politraumatismos.
El procesado, mientras, "sin asomarse por la terraza", bajó a la calle y vio que la víctima estaba tirada en el suelo y sangraba, tras lo que se dirigió a la Comisaría de Policía de Torremolinos donde dijo a los agentes que se había encontrado a una persona tirada en el suelo.
En el trayecto hasta el lugar, le relató lo que había sucedido en el interior del estudio. El fiscal y la acusación particular lo acusaron de un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que ha sido condenado, mientras que la defensa modificó y pidió una condena por lesiones.
Además de la pena de prisión, la Sala prohíbe que se acerque a la víctima a menos de 500 metros o comunique con él por cualquier medio durante 10 años, pues podría constituir un delito de quebrantamiento de condena; y, además, lo condena a que le pague la cantidad de 150.600 euros.
