MÁLAGA, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un juzgado de lo Penal de Málaga ha condenado a tres familiares por un delito contra el medio ambiente por explotar un vertedero, ubicado en el municipio malagueño de Estepona, "sin permiso ni autorización" e incumpliendo la legislación vigente, "con riesgo de contaminación" y pudiendo, con esto, "perjudicar el equilibrio de los sistemas naturales".
La sentencia condena a los tres acusados, el propietario de la finca, ubicada en el paraje 'Loma del Esparragal' de dicha localidad; su hija y el marido de ésta, ambos administradores de la sociedad que explotaba el vertedero, a una pena de tres meses de prisión, aunque se sustituye por una multa de seis meses, que supone el pago de 1.800 euros cada uno.
La resolución, que se dicta de conformidad entre las partes y a la que tuvo acceso Europa Press, señala que los acusados explotaron un vertederp durante el año 2002, de unas dos hectáreas de superficie, en virtud de un contrato, con fecha de noviembre de 2000, "totalmente ajeno a las actividades que se desarrollaban" y sin autorización alguna para la explotación.
Además, se declara probado que incumplían la legislación vigente "pudiendo perjudicar el equilibrio de los sistemas naturales", ya que el lugar se encontraba cerrado con postes metálicos y una cadena, "careciendo de control de entradas de vehículos". Asimismo, se indica que se había realizado un muro de contención "que obstruía la cañada".
Tampoco existía en la zona donde se encontraba el vertedero, añade la resolución, protección ni aliviadero contra el aumento de las aguas pluviales, "generando la filtración y retención mezcladas con materiales de toda índole, con el consiguiente riesgo de contaminación, tanto de las aguas superficiales como de las subterráneas".
La sentencia indica que no existía vallado perimetral ni perímetro cortafuegos y que la zona estaba "sin sistema de evacuación de gases ni sistemas de extinción de incendios, ni depósito de agua, ni control alguno de los materiales que se vertían en la finca", en la que se hallaron botes de pintura, plásticos, disolventes y bidones de aceite e impregnados de combustible.
Además, se observaron colchones, muebles, electrodomésticos, sofás, neveras, bombonas de gas, vidrios, etcétera, recoge el apartado de hechos probados. Según el juzgado, esto contravenía varias normativas sobre la protección de las aguas y del medio ambiente. Asimismo, la empresa no estaba inscrita en el registro de gestores de residuos urbanos.
