Tribunales.- Guardia Civil investigó a policías de Mijas imputados tras saber que contactaban con delincuentes

Actualizado: domingo, 21 febrero 2010 14:35

MÁLAGA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil comenzó a investigar a los agentes de la Policía Local de Mijas (Málaga) que fueron detenidos en noviembre del pasado año, por su presunta implicación en una organización estructurada de tráfico de drogas, tras tener conocimiento de que presuntamente dos de ellos mantuvieron contactos con el supuesto cabecilla de una red investigada por robos con violencia, detenciones ilegales y tráfico de drogas, entre otros delitos.

Según el atestado realizado por los investigadores de la Policía Judicial del instituto armado, incluido en el sumario de la causa y al que tuvo acceso Europa Press, durante la intervención del teléfono móvil de uno de los arrestados como miembro de dicho grupo delictivo --operación que se desarrolló entre febrero y abril de 2009--, se comprobó que éste "tuvo contactos telefónicos" con dos de los agentes imputados posteriormente.

El informe policial señala que de las vigilancias realizadas y de dichas llamadas se desprende que ese arrestado "mantiene amistad" con ambos agentes y apunta que estando los dos de servicio, "vistiendo uniforme y utilizando vehículo reglamentario", le avisaron "en más de una ocasión, alertándole de la entrada de embarcaciones supuestamente cargadas con hachís".

El fin, siempre según los investigadores, era que ese hombre "vigilara el desembarco de la droga, utilizando un visor nocturno desde la terraza de su domicilio", para que luego "los propios policías locales, una vez efectuado el desembarco en la playa, pudieran hacerse visibles, haciendo huir a los implicados en el alijo y de esta forma poder quedarse con la droga para su posterior venta ilegal".

A raíz de estas informaciones, la Policía Judicial de la Guardia Civil inició otra investigación, que coordinó el Juzgado de Instrucción número 2 de Fuengirola (Málaga), por presuntos delitos contra la salud pública, cohecho, revelación de secretos y omisión del deber de perseguir delitos. Esta investigación se explotó en noviembre del pasado año con la detención de siete personas, entre ellas cinco policías locales.

Según las primeras investigaciones, tres agentes son los que "asumen el liderazgo indistintamente" del grupo, mientras que los otros dos, compañeros de dos de los anteriores, "son conocedores de la actividad ilícita desarrollada, en la cual participan y se benefician económicamente". Además, el instituto armado sostiene que se valían "de su condición de agentes de la autoridad" y de "medios policiales".

El atestado relata operaciones delictivas en las que supuestamente intervinieron algunos de los agentes imputados y añade que "son varias las llamadas de teléfono intervenidas en las que los policías locales investigados facilitan datos sobre antecedentes policiales a distintas personas, así como que intervienen en la anulación de denuncias de tráfico".

OPERATIVO

La Guardia Civil decidió montar un dispositivo de seguimiento ya que se detectó, a través de las intervenciones telefónicas, que el grupo "estaba preparando realizar algo" el día 7 de noviembre --día en el que se produjeron las detenciones--. Incluso, tres de ellos llegaron a celebrar una reunión en la casa de uno de ellos para "planificar la acción", según mantienen la Guardia Civil.

De las llamadas de ese día se desprende, según los investigadores, que "tienen en una zona descampada un supuesto alijo de hachís y quedan en buscar a una persona para guardarlo", en concreto otro de los imputados que no es policía local, quien habría dejado su casa para guardar la droga y que fue detenido cuando bajó a la calle. En la vivienda se encontraron 642 pastillas de hachís de unos 250 gramos cada una.

Además, los agentes intervinieron otras 50 pastillas del mismo peso cada una y similares a las anteriores en un coche policial, siendo en total unos 174 kilos los incautados. Asimismo, los investigadores intervinieron cajas de anabolizantes, dos gramos de marihuana y 17 pastillas de éxtasis en la casa de unos de los agentes.