Porras, que admite que la situación es "tensa", recuerda que la capital es un destino de sol y playa durante los 365 días del año
MÁLAGA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Málaga se plantea dejar la intermediación con la Demarcación de Costas si ésta no aclara el futuro de los chiringuitos y de los espeteros, según anunció hoy la concejala de Playas, Teresa Porras, quien reconoció que la situación es "tensa".
Así, precisó que el jefe provincial de la Demarcación de Costas, Francisco Javier Hermoso, sigue manteniendo que las zonas para los espetos se limiten a tres meses, un hecho que según Porras va contra el turismo de la capital, "un destino de sol y playa de 365 días, y así lo vende también el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso".
Por ello, indicó a los periodistas que "puede ser que el Ayuntamiento no acepte el plan de playas de Costas", lo que supone dejar la intermediación entre empresarios y la Demarcación, algo que si se lleva a cabo finalmente se comunicará a los responsables de los chiringuitos y hamacas de la capital. Lo que no se dejaría en manos de Costas serían las competencias municipales como seguridad o balizamiento de playas, según Porras.
"No puede ser que venga un nuevo jefe de Costas cada cuatro años y decida quitar unos espacios, como la parte rígida de los espeteros", sentenció, y reiteró que la temporada turística en la capital "no sólo es de tres meses, del 15 de junio al 15 de septiembre, sino que es una ciudad con turismo los 365 días del año".
OBRAS EN LA CALETA
Por otro lado se refirió a las obras de la playa de La Caleta, que se están llevando a cabo en estos momentos para estabilizar la citada zona y evitar que los temporales arrasen con la misma. En este sentido, señaló que los plazos se mantienen, por lo que los trabajos podrían concluir en abril del próximo año.
Este verano los ciudadanos tendrán que convivir con las obras aunque aclaró que "se abrirá lo máximo posible". Así, destacó la importancia de estas obras y el hecho de que, finalmente, la última capa de arena que se aportará proceda del fondo del mar, concretamente del dragado del puerto de Málaga y de la zona de Arraijanal.
