Acc.Barajas.-La Guardia recordará hoy a la familia fallecida en el vuelo de Spanair con un funeral en la intimidad

Actualizado: jueves, 20 agosto 2009 12:10

LA GUARDIA (JAÉN), 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

El municipio jiennense de La Guardia recordará a la familia Muriana-Martínez que falleció en el accidente del vuelo JK5022 de Spanair ocurrido el pasado 20 de agosto de 2008 en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Será con un funeral que, por expreso deseo de sus familiares, se celebrará en la más estricta intimidad.

Así lo explicó a Europa Press el alcalde de la localidad, Juan Morillo, quien señaló que hoy es un "muy mal aniversario" para todos los guardeños y en especial para las personas más cercanas a Juan Muriana López, de 36 años, Mercedes Martínez Conde, de 34, y la hija de ambos, Mercedes, de tan sólo seis años. "Se cumple un año y se nota. La gente está más seria, más callada y cabizbaja de lo normal", apuntó.

De este modo, un año después de la tragedia que se cobró la vida de los tres vecinos de la localidad cuando se disponían a pasar unos días de vacaciones a Canarias, el Ayuntamiento ha descartado realizar actos oficiales en su memoria por "expreso deseo de la familia". "Nos dicen que bastante hemos hecho. Están muy agradecidos al Ayuntamiento y a los vecinos, pero prefieren celebrar el funeral de manera íntima", indicó. La misa tendrá lugar a las 20,00 horas de hoy en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción.

Morillo añadió que los familiares de las víctimas "están pasando unos días muy malos". "La abuela me decía que anteayer se cumplió un año desde que se fueron a Madrid, donde estuvieron dos días antes de coger el avión. No los volvió a ver y ahora llegan los recuerdos no sólo del accidente sino también de esos momentos buenos, de la ilusión que su nieta le transmitía por montar en metro o en avión, por ejemplo", señaló.

Para el alcalde, además, también son jornadas especialmente tristes, puesto que desde el primer momento se trasladó hasta la capital de España junto con los allegados de Juan y Mercedes, dos personas muy queridas en La Guardia, donde él trabajaba como instalador eléctrico y ella regentaba una peluquería. Permaneció allí ocho días hasta que finalmente los cuerpos fueron identificados.

"Fueron momentos de un dolor y una pena enormes y espero que no se repitan porque fue terrible ver a cientos de personas así. Lo único que me queda es que al menos pude ayudar, aunque sólo fuese pasando el brazo por encima a quienes habían perdido a sus familiares", destacó.