JAÉN, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
La caída de un 24,7 por ciento en el número de visitantes así como de un 23,04 por ciento en pernoctaciones confirman la mala previsión de agosto en la provincia de Jaén donde de los 170 hoteles que estuvieron operativos en agosto de 2019 sólo han mantenido su actividad 133. El único destino de la provincia que crece en los indicadores es Cazorla.
Así lo ha confirmado la Asociación de Empresas de Alojamientos de la provincia de Jaén que se ha hecho eco de los "resultados negativos en los principales índices turísticos provinciales".
El número de viajeros ha pasado de 51.762 en agosto del 2019, a 38.946 este mes de agosto, lo que supone 12.816 viajeros menos y una caída del 24,76 por ciento. Las pernoctaciones pasan de 103.291 a 79.497, un descenso del 23,04 por ciento.
Junto con el cierre de establecimientos, el empleo es también uno de los mayores perjudicados, de 961 a 752, lo que implica una caída de empleo del 21,75 por ciento, siendo el mismo porcentaje que el de establecimientos cerrados.
La estancia media crece cuatro centésimas, lo que supone "un estancamiento". El único destino que crece por segundo mes en la provincia es Cazorla, con un incremento del 11,67 por ciento en viajeros, un 15,96 por ciento en pernoctaciones y la estancia media pasa de 3,12 días a 3,26.
A través de un comunicado inciden en que los datos proporcionados por el INE referentes al mes de agosto confirman las malas previsiones que desde la Asociación de Alojamientos se auguraban para el mes vacacional por excelencia.
"Con todos los índices en negativo, Jaén sigue la tónica del resto de Andalucía, si bien más agravada, ya que somos la provincia que durante décadas hemos tenido el número más bajo de pernoctaciones y viajeros", señalan desde la asociación.
Añaden que ante la llegada de la temporada de otoño e invierno, "las dudas y temores del sector se agravan", toda vez que tras seis meses solicitando reducciones y exenciones de impuestos y tasas, así como ayudas directas, "vemos como no se atienden las demandas del sector o los proyectos pueden llegar tarde, lo cual pone en peligro el mantenimiento de los establecimientos y el empleo".
