CÓRDOBA, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña (IU), ante la detención de un Policía Local de la capital cordobesa, como presunto integrante de una red de narcotraficantes desarticulada por la Guardia Civil en Córdoba y Puente Genil (Córdoba), demandó hoy "que se aplique la Ley, con toda su contundencia, como no podía ser de otra manera".
En rueda de prensa, Ocaña aclaró que, desde luego, "no es una noticia agradable para el Ayuntamiento que un trabajador municipal esté incurso en esas circunstancias, pero la cuestión es que ha sucedido", siendo evidente que la detención del policía local "denota la eficacia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado", a los que felicitó, "por el éxito de sus indagaciones y de su trabajo", pues, según resaltó, "al narcotráfico hay que perseguirlo".
En concreto, el policía local de Córdoba, que estaba en activo, fue detenido, según informa en su edición de hoy 'Diario Córdoba', en el marco de la operación antidroga desarrollada el pasado viernes por la Guardia Civil en Puente Genil y en la capital cordobesa. El agente fue uno de los nueve detenidos en una operación que supuso la desarticulación de una organización dedicada a la distribución y venta de cocaína, de la que se intervinieron 2,3 kilos, siendo desmantelado en Córdoba un laboratorio para la preparación de la droga.
Tras ser puesto a disposición judicial y declarar ante el juez, junto al resto de detenidos, el policía local fue enviado a prisión, de todo lo cual fue informado el Ayuntamiento por vía oficial. Al agente se le abrió un expediente, nombrándose un instructor y un secretario, aunque está paralizado en tanto se resuelve el proceso judicial.
El agente, que había estado de baja durante un largo periodo de tiempo, se encontraba en activo desde hace unos meses. En un registro efectuado en su taquilla, en el que él estuvo presente, no se encontraron sustancias estupefacientes.
MODO DE OPERAR
La Guardia Civil ya informó el pasado lunes que la organización de narcotraficantes obtenía la cocaína en Valencia y Madrid a través de cuatro súbditos colombianos, que eran los encargados de transportar la droga hasta Puente Genil y Córdoba, donde otros integrantes de la red procedían a su adulterado y la preparaban para su distribución. Un segundo escalón de la organización era el encargado de su venta en Córdoba, La Carlota y Montilla (Córdoba).
La cocaína se distribuía en diferentes puntos de venta en las barriadas de Barranco el Lobo y Poeta Juan Rejano de Puente Genil, así como en el Sector Sur, barrio del Guadalquivir, Las Palmeras, Las Margaritas, Tablero Bajo y Noreña, en la capital cordobesa.
