Los ciudadanos suspenden al nuevo sistema de transporte urbano de Granada en una encuesta de Facua

La Línea de Alta Capacidad (LAC) en Granada
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 1:25

El 71 por ciento de los encuestados considera que el transporte urbano ha empeorado tras la implantación de la LAC

GRANADA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los ciudadanos de Granada han suspendido al nuevo sistema de transporte urbano en la ciudad, que ha cambiado con la implantación del nuevo Plan de Movilidad por parte del Ayuntamiento de Granada, en una encuesta realizada por la asociación Facua Granada en la que han participado más de 900 personas.

En esta encuesta se han recogido opiniones y quejas pero también sugerencias e ideas ciudadanas que Facua Granada afirma que trasladará al Área de Movilidad esperando "que sean atendidas y puedan mejorar el actual sistema de transporte de la ciudad".

Las preguntas contenidas en la encuesta se han dividido en tres grandes bloques; Un bloque dedicado a la Línea de Alta Capacidad (LAC); otro a las líneas de barrio y un tercer bloque más global.

En la sección dedicada a la LAC los usuarios valoran globalmente el servicio con una puntuación de 3,47 puntos sobre 10. Una valoración que pese a estar lejos del aprobado, es la más elevada del conjunto de elementos que forman parte del sistema.

Sin embargo, y entrando en detalle, la valoración cae a 3 puntos al preguntar por los trazados y se desploma a 2,1 puntos en las cuestiones sobre la integración del LAC en el nuevo sistema de transporte.

La ubicación de las paradas de LAC tampoco obtiene mejores resultados. El 35,7 por ciento de los encuestados considera que su situación es mala y el 25,7 por ciento que es muy mala. Solo el 11,3 por ciento estima que la ubicación es buena o muy buena.

Con el fin de mejorar, Facua ha preguntado a los usuarios cuáles son los principales problemas que afectan a la LAC. El primer problema que detectan los ciudadanos es la masificación del servicio, mencionada por un 73 por ciento de los participantes seguida de la mala planificación (70 por ciento) y los problemas para transbordar (59 por ciento).

Finalmente, y mirando a futuro, la evolución que los granadinos esperan de la LAC no es optimista. El 36 por ciento de los participantes piensa que el servicio empeorará mucho y el 22,1 por ciento que empeorará algo, frente al 18 por ciento, que espera que mejorará algo o mucho.

En relación a este primer apartado, David Avellaneda, responsable del estudio, indica que "el arranque del LAC no ha sido especialmente brillante y, lo peor, es que conforme el tiempo pasa los problemas se mantienen".

"Algunos, como los problemas de trazado o la ubicación de las paradas, porque son estructurales y precisan de cambios en profundidad. Y otros, como la masificación y los retrasos, porque hay errores en las estimaciones de viajeros, incluso a pesar de la actual gratuidad del servicio", indica.

LAS LÍNEAS DE BARRIO

Por otro lado, cuando se ha preguntado a los encuestados por las líneas de barrio, los resultados han sido aún más "desalentadores". La valoración global del servicio en los barrios es de 2,88 puntos mientras que los nuevos trazados de líneas se quedan en 2,44 puntos. De hecho, 4 de cada 5 encuestados piensan que ese trazado deja zonas desconectadas, siendo el Zaidín y La Chana las zonas que peor cubiertas están, seguidas del Albaicín y la zona del Cementerio, que antes cubría la línea 13.

Respecto de los aspectos en los que se debe mejorar, el principal es el trazado de las líneas para un 77,6 por ciento de los encuestados seguido de la ubicación de paradas con un 55,1 por ciento. La obligación de transbordar, la largas esperas para cubrir trayectos breves y la existencia de zonas con una cobertura deficiente, son los principales puntos de mejora que indican los ciudadanos.

A este respecto David Avellaneda comenta que "los ciudadanos no pueden entender cómo un sistema de líneas de barrio puede funcionar tan mal. Los trazados podrían cubrir muchas más zonas de la ciudad, especialmente en Chana y Zaidín, y ya que hay que transbordar al menos que cubran mas zonas de los barrios. Se echa de menos cierta racionalidad en estos trazados, tanto por los giros que a veces dan las líneas como por la dimensión de las mismas".

"También son muy necesarias mejoras en las frecuencias, especialmente en las líneas del Albaicín, tanto para prestar un buen servicio al ciudadano como al turista. Aunque lo cierto es que el problema de las esperas en las líneas de barrio afecta a prácticamente a todas las líneas de barrio", ha indicado el responsable del estudio, que considera que "las líneas de barrio son la hermana pobre de este nuevo sistema".

VALORACIÓN GLOBAL

En el tercer apartado de la encuesta se ha consultado a los ciudadanos su opinión global sobre el sistema y cómo han cambiado sus desplazamientos desde el cambio de sistema.

El nuevo sistema se queda en una valoración global de solo 2,29 puntos mientras que el nuevo mapa general de líneas solo alcanza 2,21. Una valoración muy negativa que tiene diversos motivos.

Según los datos de la encuesta, desde que se ha producido el cambio de sistema los granadinos tardan, de media, 22 minutos más en llegar a su destino, de los que ocho minutos tienen que hacerlos caminando.

Además, el nuevo sistema supone que los granadinos tengan que hacer una media de 1,7 transbordos por trayecto para llegar a su destino. Considerando que antes solo hacían los 0,07 transbordos de media el incremento en el número de transbordos es de un 2.400 por ciento, según informa Facua en una nota.

Así, para el 71,1 por ciento de los encuestados el transporte urbano de Granada ha empeorado mucho, y el 66,2 por ciento estaría totalmente de acuerdo en volver al antiguo sistema de transporte.

Estos resultados globales no resultan sorprendes para David Avellaneda, responsable del estudio. "Si el ciudadano tarda más tiempo en llegar a si destino, tiene que caminar más tiempo y tiene que transbordar por fuerza es normal que considere que el sistema ha empeorado. Una opinión que se refuerza en las personas mayores, discapacitados y personas que tienen que usar carros de bebé o de compra, cuyos problemas se multiplican. Si estos problemas no se resuelven es probable que los usuarios terminen por evitar el transporte público y vuelvan al vehículo particular o simplemente cambien sus hábitos para evitar estos problemas"

En total, Facua ha recogido más de 50 páginas de comentarios de todo tipo que, una vez analizados y estudiados, transmitirá al área de Movilidad, "esperando que esas sugerencias sean debidamente atendidas y puedan servir para mejorar la vida de nuestra ciudad".

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