CÓRDOBA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil impidió ayer la fuga de dos menores del Centro para Menores con Trastorno de Conducta Prado de Santa María de Hornachuelos (Córdoba), del que ya se fugaron otras cinco menores el pasado 29 de junio, denunciando ante la Benemérita que sus educadores las maltrataban, aunque luego se retractaron en el juzgado las cuatro ya devueltas al centro.
Según dijeron hoy a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, para llevar a cabo el intento de fuga, la estrategia de las dos menores consistió en organizar una pelea con otras dos menores ingresadas en el centro, aprovechando tal circunstancia para escapar a la carrera cuando ante las puertas del recinto se concentró un grupo de personas, para protestar por los supuestos malos tratos a los que se somete a las niñas ingresadas.
Sin embargo, los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar y a los que se había avisado previamente desde el centro de que se estaba produciendo la citada pelea entre las menores, lograron interceptar a las dos chicas que huyeron y reintegrarlas al centro cuando apenas habían recorrido unos metros fuera del recinto.
En cuanto a la mencionada concentración, según publica hoy 'ABC Córdoba', fueron 20 las personas se reunieron ante el centro de Hornachuelos, en solidaridad con las cinco niñas indicadas que se fugaron el pasado junio del centro para evitar los malos tratos que presuntamente sufrían en el mismo complejo. Sin embargo, la concentración duró pocos minutos, porque los dos agentes de la Guardia Civil que se encontraban en el interior de la residencia pidieron a los presentes que abandonasen las instalaciones.
Los efectivos de la Benemérita, como ya se indicó, no acudieron al lugar por la manifestación, sino que se habían personado en el lugar después de que los responsables del centro demandasen su presencia para que interviniesen en la pelea entre varias internas.
Los guardias civiles, además de disolver la trifulca entre las niñas y acabar con la concentración, tuvieron que intervenir para alcanzar a las dos menores que, aprovechando el momento de confusión, intentaron fugarse del recinto, mientras otras increpaban a los manifestantes y les decían con insultos que se fueran de allí.
Las dos niñas solicitaron a las personas concentradas que se las llevaran de allí, argumentando que los educadores las estaban maltratando. Una de ellas mostró unas señales de heridas en el brazo y dijo que se las habían infligido en el centro. Hubo un momento en que las dos menores salieron corriendo, pero sus mismas compañeras salieron en su busca para que no huyeran.
Mientras tanto, otra chica insultaba a los concentrados y les decía que se fueran y que no volvieran más. Los dos agentes tuvieron que intervenir y sujetar a la menor, que estaba sufriendo un ataque de histeria.
En este punto, las personas que se habían concentrado ante las instalaciones abandonaron el lugar, tras la petición de la Benemérita y del director del centro, Alfonso Fernández, mientras que los educadores que acompañaron hasta sus vehículos a los manifestantes les reprendieron su actitud "irreflexiva". Concretamente, una educadora les acusó de no haberse "informado antes" de tomar parte en una concentración que, al parecer, se organizó de forma espontánea y en la que no participaron organizaciones que ya se han pronunciado sobre el caso, como Prodeni.
