Foto: EUROPA PRESS/GUARDIA CIVIL
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JAÉN, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil, en colaboración con agentes de Medio Ambiente y personal dependiente del espacio natural protegido de Sierra Nevada, ha desarticulado un grupo "organizado" y "muy activo" de siete personas que supuestamente se dedicaba a la caza furtiva en las provincias de Granada y Jaén.
Según ha informado este lunes la Benemérita en una nota, la denominada 'Operación Toril Capra' se ha saldado con la puesta a disposición judicial de las referidas siete personas --con edades comprendidas entre los 24 y los 34 años--, de los que tres --dos hombres y una mujer-- han sido detenidos, y los otros cuatro han resultado "imputados no detenidos".
Entre estas siete personas hay cuatro vecinos de Frailes (Jaén) y otros tres de los municipios granadinos de Padul y Gójar, y a los tres detenidos se les imputa el presunto delito de pertenencia a grupo criminal y, a uno de ellos además --el considerado como 'cabecilla' de la organización-- también se le atribuye un supuesto de tenencia ilícita de armas, ya que los agentes de la Guardia Civil le han intervenido en su domicilio dos rifles, una escopeta de caza y un silenciados a pesar de que "carece de licencia para poder poseer armas de ningún tipo".
La Guardia Civil ha realizado seis registros domiciliarios en Frailes en el marco de esta operación, en los que ha intervenido seis escopetas de caza, dos rifles, un silenciador, dos miras telescópicas, un visor nocturno, una cámara de vigilancia y visión nocturna, varios cuchillos de monte, un trípode estabilizador para rifle, linternas, munición de varios calibres para las armas intervenidas, dos cuernos de cabra montés, un trofeo de caza de cabra montés y documentación.
En el marco de la investigación que ha desembocado en el desmantelamiento de este grupo --iniciada en marzo por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Granada--, la Benemérita da por "constatados" dos delitos contra la fauna por caza furtiva que habrían sido cometidos por los ahora detenidos, uno en la madrugada del pasado 27 de marzo en el término de Dílar (Granada), y el otro el 6 de mayo en Valdepeñas (Jaén).
Para la comisión de estos delitos, los detenidos supuestamente se hicieron acompañar de ojeadores de la zona que les indicaron dónde se encontraban las piezas que pretendían abatir, según ha explicado la Guardia Civil, que detalla que la operación se gestó después de que el pasado 27 de marzo el coordinador de los agentes de Medio Ambiente del Espacio Natural Protegido de Sierra Nevada alertase al Seprona de la Comandancia de Granada de que en la Estación de Referencia de la Cabra Montés de Dílar habían matado durante la madrugada tres machos de cabra montés valorados en "más de 60.000 euros".
En la inspección ocular, los agentes del Seprona, acompañados por miembros del equipo de gestión de Ungulados del Parque Nacional de Sierra Nevada --dependiente de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio--, comprobaron que los tres animales habían muerto por arma de fuego y que a dos de ellos les faltaba la cabeza, mientras que al tercero no llegaron a localizarlo tras dispararle, y, por tanto, "no pudieron cobrarse el trofeo".
A raíz de este episodio, la Guardia Civil y los agentes de Medio Ambiente recopilaron información sobre los vehículos que durante esos días accedieron a las inmediaciones de la Estación de Referencia en Sierra Nevada, indagaciones que permitieron a los agentes centrarse en un vehículo que fue visto por la zona.
Según la información recaba por el Seprona, la mujer detenida se encargó de "vigilar" mientras que los otros dos arrestados supuestamente disparaban a las tres cabras referidas y les cortaban la cabeza a los animales.
La operación ha sido coordinada por el equipo de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Granada con el apoyo del destacamento del Seprona de Sierra Nevada y la Comandancia de Jaén.
