Las diócesis andaluzas distribuyen en las parroquias el texto final de la Asamblea donde rechazan el Estatuto andaluz

Actualizado: martes, 6 junio 2006 17:14

SEVILLA, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las diócesis andaluzas están distribuyendo entre los fieles de las parroquias el texto final de la CIV Asamblea Ordinaria de los Obispos del Sur donde expresan su "preocupación" por las consecuencias que la reforma del Estatuto de Autonomía pudiera acarrear en las familias y ciudadanos de Andalucía "en los términos en que dicha reforma está planteada" y en donde consideran que la definición de Andalucía como realidad nacional "relativiza la unidad de España como nación".

Según confirmaron a Europa Press fuentes del Servicio para la información y los medios de comunicación social de los obispos del Sur de España (Odisur), desde el momento de aprobación del pronunciamiento oficial de los obispos andaluces, el texto se ha mandado desde las curias "para que se le dé publicidad, tal y como debe ser". De hecho, las mismas fuentes precisaron que el origen y el significado del comunicado es informar a los fieles en los lugares de culto, además de elegir la vía de los medios de comunicación.

Por ello, apelando a la autonomía de cada diócesis, las fuentes consultadas defendieron la distribución de la nota de los obispos para el conocimiento de los católicos andaluces. Anotaron además que, de manera oficial, se han sumado a la publicidad del pronunciamiento la diócesis de Granada, regentada por el arzobispo Francisco Javier Martínez y la diócesis de Córdoba, con el obispo Juan José Asenjo al frente.

En el comunicado final de la asamblea celebrada en Córdoba, que ha suscitado las críticas de distintos dirigentes políticos y agentes sociales, los obispos del Sur hacen un llamamiento "a todos los católicos andaluces recordándoles la obligación moral que tienen de dar testimonio de su fe, oponiéndose a cualquier intento de legislación contrario a los derechos fundamentales de la persona y de los grupos sociales tal como son declarados y defendidos por la doctrina social de la Iglesia".

Consideran que, precisamente por ser la reforma de una norma "de indudable trascendencia para los ciudadanos" de Andalucía y su relación con los del resto de España, "hubiera sido necesario que esta reforma respondiera, tanto a un deseo colectivo de los andaluces, como a un amplio consenso de las fuerzas políticas para llevarla a cabo".

Igualmente, un texto de este alcance tendría que ser "muy sensible a los aspectos de solidaridad social entre los españoles que inevitablemente están implicados en él". "Hubiera sido muy conveniente, --según los obispos--, un debate más sosegado, sereno y plural que propiciara el nivel de consenso que se alcanzó durante la transición". Ante la "ausencia" de estas condiciones, "nuestra preocupación es comprensible", indicaron.

GRAVES DEFICIENCIAS EN EL ARTICULADO

"Junto a la falta de consenso y de debate social sobre la reforma", --reza en el comunicado--, el texto que ha sido aprobado por el Parlamento andaluz "adolece de graves deficiencias en su articulado". A los obispos les preocupa de forma particular "su carácter fuertemente intervencionista, que no respeta el principio de subsidiariedad", propio de una sociedad participativa.

En ese sentido, los obispos recordaron que este principio fundamental en la Doctrina social de la Iglesia, recordado por Benedicto XVI en el Angelus del 30 de abril de 2005, es necesario para que la Administración del Estado "no ahogue las iniciativas de alcance público de los cuerpos intermedios de la sociedad civil".

Además, la asamblea vio con preocupación que en el nuevo Estatuto "no respete adecuadamente la libertad de la Iglesia para gestionar ese patrimonio, de específica finalidad religiosa y social, que, aun con limitaciones, la Iglesia ha conservado y transmitido durante generaciones".

REALIDAD NACIONAL

Para los obispos, la redacción del Preámbulo del Estatuto reformado "suscita honda preocupación. La definición de Andalucía como realidad nacional relativiza un bien moral indudable como es la unidad históricamente lograda de España como nación durante siglos. Esta unidad, reconocida por la Constitución de 1978, ha entrelazado en forma tal los bienes materiales y espirituales de todos los españoles y su recíproca dependencia, que su debilitamiento o quiebra pudiera conducir a un daño de consecuencias imprevisibles irresponsablemente infligido al bien común, al cual debe supeditarse cualquier ordenamiento jurídico".

Firman el pronunciamiento el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo; el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez y los obispos de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos; Córdoba, Juan José Asenjo; Huelva, Ignacio Noguer; Málaga, Antonio Dorado; Almería, Adolfo González; Asidonia-Jerez, Juan del Río; Guadix-Baza, Juan García Santacruz y el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo.