Ecologistas aplaude la suspensión de la recogida nocturna en el olivar superintensivo por "posible daño a las aves"

Olivares
Olivares - FINCA LA TORRE - Archivo

SEVILLA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Ecologistas en Acción ha recibido con satisfacción la publicación en el BOJA de una resolución de la Dirección General de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible (CAGPyDS) por la que se suspende en la temporada 2019-2020 la recogida nocturna de aceituna en olivares superintensivos por posible daño a las aves silvestres.

Aunque en un principio el gobierno PP-Cs mantuvo "la misma actitud de pasividad que el anterior gobierno del PSOE ante esta mortandad masiva de aves insectívoras", según los ecologistas, lo cierto es que finalmente el actual ejecutivo andaluz "ha sido más receptivo a las denuncias de los ecologistas y a las advertencias de la UE".

"El impacto en las aves por la recolección nocturna de la aceituna del olivar superintensivo se conocía por la antigua Consejería de Medio Ambiente desde 2017, cuando gobernaba el PSOE, que debería haber actuado de forma rápida ante los datos de mortalidad que se aportaban en los primeros informes, como solicitó Ecologistas en Acción en el Comité de Fauna y Flora del Consejo de Biodiversidad, así como por el posible impacto que podría tener en la imagen internacional de un sector de tanta importancia económica", señala el colectivo.

Y es que "miles de pequeñas aves insectívoras e, incluso, zorzales que utilizan los setos de olivar para pernoctar caen en la trampa de las máquinas recolectoras de aceitunas, terminando en la torva mezclados con las aceitunas recolectadas". El modo en el que se recolecta la aceituna de estos olivares con forma de seto afecta no solo a las aves, sino a cualquier animal de menor peso que repose en las ramas durante la noche, como los invertebrados".

Por consiguiente, "los millones de aves insectívoras de Europa que vienen a esas plantaciones para pasar el otoño e invierno no solo pueden morir por la acción de las cosechadoras, sino que puede que no lleguen a acumular la grasa suficiente que necesitan para volver a emigrar a sus países de origen, por la falta de insectos", lo que lleva al colectivo a aplaudir la medida adoptada.