JAÉN, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los dos últimos jóvenes que faltaba por detener por su presunta implicación en la agresión a tres policías nacionales a la salida de un pub de Linares (Jaén) se han entregado en comisaría acompañados por sus abogados. De esta forma se elevan a cinco las detenciones por este suceso registrado en la madrugada del viernes al sábado.
Los tres agentes se dirigieron al pub tras recibir un aviso en el que se les alertaba de la venta de sustancias estupefacientes, concretamente MDMA, en dicho local. Según informan fuentes policiales a Europa Press, está previsto que los detenidos pasen de forma inminente a disposición judicial.
Las mismas fuentes indicaron que en la madrugada del viernes al sábado, una patrulla de Seguridad Ciudadana fue requerida por dos chicas que manifestaron que, instantes antes, y mientras ellas se encontraban en el referido local, unos chicos les habían ofrecido droga previo pago de la misma.
Ante dicha información se estableció un dispositivo en el lugar para localizar a los mencionados jóvenes, con el fin de evitar la venta de sustancias estupefacientes en un lugar público que se encontraba "muy concurrido" a esas horas de la madrugada.
Los agentes de paisano penetraron el local con el fin de verificar la información, tratando de identificar al grupo de jóvenes que supuestamente se encontraban ofreciendo y vendiendo droga, y observaron cómo el ahora arrestado se aproximó a un grupo de personas intercambiando una 'bolsita' por dinero.
Tras identificarse como policías, le requirieron para salir fuera del establecimiento. Una vez en el exterior, el joven reaccionó "de forma extremadamente violenta", siendo apoyado por otros cuatro individuos que redujeron a los policías arrojándolos al suelo, comenzando a golpearles con patadas y puñetazos por todo el cuerpo "abusando de su superioridad numérica", y gritando amenazas tales como "no vais a salir con vida", según relata la Policía.
Los testigos que se encontraban en el lugar de los hechos realizaron una llamada a la sala operativa del 091 alertando de que se estaba produciendo una reyerta, ignorando que las personas agredidas eran policías.
Los presuntos agresores, al observar que varias patrullas de Policía Nacional y Policía Local se habían aproximado a la zona, cejaron la agresión para darse a la fuga, siendo el supuesto 'cabecilla' interceptado por uno de los agentes, al que opuso una "fuerte resistencia y oposición".
Se dio entonces un "fuerte forcejeo" y ambos cayeron al suelo, tras lo que el policía fue golpeado y "pisoteado con extrema saña" en ambos brazos por el ahora arrestado, quien dejó herido al agente para posteriormente darse a la fuga, si bien, debido al dispositivo activado por la Policía Nacional y Policía Local, fue finalmente detenido.
Los agentes heridos evolucionan favorablemente de sus lesiones.
