José Antonio Peláez
UJA
Publicado: viernes, 16 febrero 2018 11:02

JAÉN, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El responsable del grupo de investigación Riesgo sísmico y Tectónica activa, de la Universidad de Jaén (UJA), José Antonio Peláez, ha indicado que la serie de terremotos de baja magnitud registrados en la zona entre Jódar y Peal de Becerro "no es preocupante".

Desde comienzos de 2017 se han producido más de 150 terremotos entre ambos términos municipales, de ellos, más de 30 en el último mes y medio, aunque su efecto está pasando desapercibido para la población por su leve intensidad.

A las 6,33 horas del pasado 14 de febrero se registró un terremoto de 2,9 grados en la escala Richter a una profundidad de once kilómetros en el término municipal de Jódar, según los datos recogidos por el Instituto Geográfico Nacional y el sismógrafo situado en el Campus de Las Lagunillas de la UJA. Es el de mayor magnitud registrado en la zona entre la localidad galduriense, Larva y Peal de Becerro, donde desde el 6 de enero de 2018 se han localizado un total de 33 terremotos de baja magnitud (inferiores al nivel 3 en la escala Richter).

Según explica José Antonio Peláez en un comunicado, "el registro de un gran número de terremotos en ese zona se debe a que está ocurriendo una serie sísmica, es decir una agrupación de terremotos que duran días, semanas, o incluso varios meses y que, en concreto, se caracteriza por un gran número de terremotos de baja magnitud, por lo que no suelen ser percibidos por la población".

Desde mediados de 2016, en esa zona del Alto Guadalquivir jiennense se empezaron a registrar terremotos de baja magnitud. En 2017 fueron más de un centenar, siempre en la franja entre los 1,2 y 2,9 grados en la escala Richter. Por su parte, en este mes y medio transcurrido en 2018, ya se han producido más de 30.

Para José Antonio Peláez, "este fenómeno puede tener relación con la serie sísmica que se produjo en la provincia de Jaén entre 2012 y 2013 en la zona de la comarca de La Loma, entre Torreperogil y Sabiote, en la que el Instituto Geográfico Nacional llegó a registrar en torno a 2.100 terremotos".

Según este investigador de la UJA, "en el último año y medio esa sismicidad se ha desplazado unos diez kilómetros al sur, al enclave que coincide con Jódar, Larva y Peal de Becerro, donde se está produciendo esta nueva serie sísmica, que está pasando desapercibida en mayor medida para la población y está siendo menor en cuanto a la cantidad de seísmos producidos".

En la actualidad, en buena parte de la Cuenca del Guadalquivir, como por ejemplo algunos puntos de Málaga, Sevilla o en las tres localidades jiennenses citadas, se están produciendo numerosos terremotos de leve intensidad, a causa de diversas series sísmicas que comenzaron hace varios meses.

"En sismología no podemos predecir con exactitud hasta cuándo se puede extender una serie sísmica, algunas incluso han durado alrededor de dos años, como ocurrió con la serie de Torreperogil y Sabiote", ha indicado Peláez y ha insistido en que "lo normal es que no se produzca ningún movimiento sísmico importante, por lo que este tipo de series no son preocupantes, ni motivo de alarma".

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