La familia de Ángeles Zurera recibe como "un mazazo" el rechazo de la Audiencia

Mujer Desaparecida En 2008 En Aguilar (Córdoba), Ángeles Zurera
EUROPA PRESS/CEDIDA
Actualizado: sábado, 26 abril 2014 13:34

Cree que tienen "una desprotección e indefensión total" tras "el calvario" de seis años, que ahora se quedan "en un callejón sin salida"

CÓRDOBA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La familia de Ángeles Zurera, la mujer desaparecida en 2008 en la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, ha recibido como "un mazazo" la decisión de la Audiencia Provincial de Córdoba al desestimar su recurso en el que la solicitaba que el único imputado en la causa, el exmarido, Manuel Reina, sea sometido al 'test de la verdad', con el objetivo de poder esclarecer el paradero de la mujer.

En declaraciones a Europa Press, el hermano de Ángeles, Antonio Zurera, ha manifestado que tenían "depositadas muchas esperanzas" en dicha prueba para que "la investigación pudiera seguir adelante", y en este caso lamenta que no se pueda recurrir de nuevo, por tanto, "no se sepa qué ha pasado con mi hermana", relata.

En este sentido, argumenta que no se entiende "por qué para una clase de personas sí es una prueba constitucional, que no va contra los derechos de ninguna persona", en alusión al caso de la joven sevillana Marta del Castillo, donde se sometió a la prueba el condenado por el asesinato, Miguel Carcaño, y en este causa "no es constitucional, según la Audiencia, y va contra los derechos de terceras personas".

Al respecto, hace hincapié en que "la propia Justicia ha imputado de oficio al exmarido por la desaparición, sin que nadie le dijera que lo imputara, porque vio los indicios suficientes, y más cuando la Policía Judicial está diciendo al cien por cien que está implicado y es culpable de la desaparición".

En cualquier caso, cree que tienen "una desprotección e indefensión total", de tal manera que "a partir de aquí qué podemos pensar de la Justicia", según Antonio, quien considera que la decisión de la Audiencia también es "un mazazo para los investigadores, que tenían esperanzas en que la Justicia permitiera hacer esta prueba".

Además, resalta que se le ha pedido a la Audiencia "que le pregunte" al exmarido por "si quiere hacerse voluntariamente el 'test de la verdad', pero ni siquiera a eso ha accedido", lamenta el hermano de Ángeles, que confiesa que llevan seis años "con el calvario y la Policía Judicial ya no tiene vías por dónde tirar, solamente tiene una línea de investigación y un culpable, que la juez ha imputado, y ahora dejan el caso en un callejón sin salida", porque "la propia Justicia deniega la prueba".

PLANTEAR NUEVAS MEDIDAS

Ante esta situación, Antonio Zurera destaca que tendrán que plantearse nuevas medidas, "porque o nos resignamos y se acaba todo, o seguimos peleando por saber qué le ha pasado a Ángeles, porque en el sumario está claro que se orienta a que no está con vida".

Al hilo de ello, recuerda que en seis años solo la han buscado "levantando tierra o debajo de agua, no la buscamos viva", de modo que piensa en seguir "pidiendo a la Justicia que en Aguilar de la Frontera hay una mujer desaparecida con dos hijos, hay un imputado en la desaparición y sufrió una agresión física 12 días antes de la desaparición por parte de esta misma persona".

En definitiva, el hermano de Ángeles relata que "la situación es de tristeza, amargura e infelicidad en la familia", al tiempo que opina que "la Justicia estará esperando cerrar el caso y no ha pasado nada", de ahí que diga que tiene "motivos para no confiar en la Justicia".

En concreto, desde 2008 se han realizado diversas búsquedas y rastreos, de tal modo que "la investigación no ha parado en ningún instante, tanto desde el punto de vista judicial, con algunas declaraciones, como policial, con la apertura de agujeros", según destacó en su momento el hermano, aunque sin hallar resultados positivos para la investigación.

CASO REABIERTO

La Audiencia Provincial de Córdoba reabrió el caso a finales de noviembre de 2011 después de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Aguilar de la Frontera dictó en junio de 2011 el sobreseimiento provisional de la causa contra el exmarido, al considerar que se ha investigado todo lo que se ha podido y no se ha podido determinar nada.

No obstante, la familia interpuso un recurso a la Audiencia, que finalmente le dio la razón y el 23 de noviembre se reabrieron las diligencias judiciales, además contando con los testimonios de un testigo protegido, que llevó a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a levantar un terreno, en este caso la nave y la casa del exmarido.

Así, en noviembre la Policía Judicial levantó, sin resultado alguno, la nave cuyo solar había sido rellenado por el exmarido los días posteriores a su desaparición. Para Antonio Zurera, esta noticia suponía "uno más de los tantos indicios que hemos tenido", a lo que añade que el exmarido "fue condenado en su día a seis meses de cárcel" tras desparecer su hermana "por maltrato físico hacia ella, una agresión producida doce días antes de que desapareciera", aunque, según agrega, "no cumplió la condena porque no tenía antecedentes".

INVESTIGACIÓN DESDE 2008

Cabe destacar que desde el principio, las fuerzas de seguridad investigaron al exmarido de Ángeles Zurera, puesto que cuando se produjo la desaparición, el 2 de marzo de 2008, estaba en proceso de divorcio de su mujer.

Durante los seis años de investigación, se ha buscado por distintos lugares sin obtener ningún resultado, incluso se ha levantado un vertedero en el que el exmarido solía vaciar los escombros de obras que trasladaba en su camión.

Asimismo, voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja buscaron su cuerpo con perros adiestrados en alcantarillas y escombreras, sin que tampoco se obtuviera ningún resultado. También, la Guardia Civil ha rastreado numerosas zonas, como las inmediaciones de la laguna de Zóñar, distintas alpechineras de la localidad y se han revisado más de 300 pozos.

Ángeles Zurera, madre de dos varones de unos 18 y 19 años en el momento de los hechos, desapareció sobre las 15,00 horas del 2 de marzo de 2008 cuando, tras despedirse de sus hijos, se marchó en un vehículo conducido por un individuo no identificado y dejando en la vivienda sus objetos personales, tales como gafas, lentillas y el Documento Nacional de Identidad (DNI).