El Foro de Diálogo elabora un nuevo convenio para el uso conjunto del aeropuerto y satisface la demanda de los ex pensionistas españoles
MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los Gobiernos de España, Reino Unido y Gibraltar harán público mañana en Córdoba una serie de acuerdos tras 18 meses de negociación dentro del denominado Foro tripartito de Diálogo que permitirán dar un uso conjunto al aeropuerto del Peñón, resolver la reclamación de los ex trabajadores españoles de Gibraltar para que se les revaloricen las pensiones, ampliar el número de líneas telefónicas en la colonia británica y agilizar el paso de personas y mercancías por la Verja. Este consenso a tres bandas no tiene precedentes históricos en los tres siglos de contencioso de la Roca.
El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos presidirá la delegación española en esta cita, mientras que la británica la encabezará el ministro para Asuntos Europeos, Geoff Hoon, y la gibraltareña su ministro principal, Peter Caruana. El objetivo que se marcaron Madrid, Londres y el Peñón al inicio de las negociaciones fue el mejorar la vida de los gibraltareños y los españoles del Campo de Gibraltar y, en última instancia, favorecer los contactos entre ambas comunidades sin abordar el espinoso asunto de la soberanía de la Roca.
Por ello, Caruana indicó el pasado viernes que la reunión ministerial del Foro tripartito que mañana se celebra en Córdoba será "histórica" por el contenido de los acuerdos y dio por hecho que éstos serán "buenos" para el conjunto de la región. Por su parte, el director general para Europa y América del Norte en el Ministerio de Asuntos Exteriores y principal negociador español, José Pons, destacó el mismo día la mejora de las relaciones con Londres y Gibraltar en el último año y medio, haciendo hincapié en que se trata de un paquete "bastante equilibrado que ha permitido mejorar el ambiente y comunicarse mejor".
A la espera de que las tres partes anuncien mañana el contenido de los acuerdos, Pons hizo hincapié en que las conversaciones tripartitas han logrado "dos efectos muy claros". En primer lugar, que Londres haya dado garantías por escrito de que no realizará reparaciones de submarinos nucleares en Gibraltar, una reclamación española desde la estancia en 2001 y por espacio de un año del averiado 'Tireless' en el puerto del Peñón.
En segundo término, la reforma constitucional del Peñón que negociaron la metrópoli y la colonia este año "no se hizo de espaldas a España", sino teniendo "muy en cuenta las sensibilidades y exigencias españolas". Así, el derecho de autodeterminación de la Roca quedó recogido en la Constitución local sin efectos prácticos ya que está supeditado al Tratado de Utrecht que otorga en primer lugar a la parte española la posibilidad de retrocesión del territorio.
AEROPUERTO, PUNTO MÁS COMPLEJO DE LA NEGOCIACIÓN
El más complejo de los puntos de la negociación ha sido el uso conjunto del aeropuerto. Finalmente, la pista y la nueva terminal se asentarán sobre el istmo que es reclamado como propio por España ya que este territorio no fue cedido al Reino Unido en el citado Tratado de Utrecht. Las tres partes detallarán mañana, entre otros asuntos, cómo quedará la presencia de las Fuerzas de Seguridad españolas dentro de la terminal y el tipo de controles que realizarán las autoridades españolas y gibraltareñas de inmigración ante el hecho de que el Peñón no forma parte del espacio europeo de Schengen.
El objetivo español es que el aeropuerto de Gibraltar sea, en la práctica, como un aeropuerto español más en cuanto a conexión de vuelos con otros puntos de nuestro país y que, por ejemplo, un habitante de Algeciras o La Línea de la Concepción pueda viajar a Madrid o Barcelona sin que las autoridades gibraltareñas le soliciten el DNI o pasaporte en un control policial.
En 1987, para hacer posible la liberalización de los vuelos intracomunitarios, España y Reino Unido llegaron a un primer acuerdo para el reparto del control de los pasajeros entre dos terminales --una española y otra británica a ambos lados de la Verja en este caso--, estableciéndose un mecanismo de consultas bilaterales para la concesión de derechos de tráfico a terceros.
Sin embargo, los gibraltareños, que participaron en la negociación del acuerdo, se opusieron posteriormente a la aplicación del mismo y el Ejecutivo gibraltareño de entonces --presidido por Joe Bossano-- justificó su rechazo por suponer un paso atrás en su soberanía.
Para solventar una situación que se estimaba sería transitoria en 1987, España y Reino Unido acordaron la incorporación de dos cláusulas en las normas comunitarias sobre transporte aéreo que suspendieron la aplicación de las mismas en Gibraltar hasta que no se pusiese en aplicación el acuerdo sobre el aeropuerto. Es previsible, por tanto, que a partir de este nuevo acuerdo se levanten progresivamente las restricciones para vuelos civiles y que Gibraltar forme parte en el futuro del espacio de 'cielos abiertos' vigente en la Unión Europea.
RECLAMACIÓN DE LOS EX TRABAJADORES ESPAÑOLES
En lo que se refiere a la reclamación de los ex trabajadores españoles, el Ejecutivo británico garantizó en julio a las otras partes que disponía del dinero para satisfacer la demanda de los pensionistas. En este sentido, se creará un Fondo global específico que incluirá los gastos de gestión de aquí en adelante, el pago de la asistencia sanitaria desde que se congelaron las pensiones en 1989 y la revalorización de las pensiones afectadas.
El escollo principal en este asunto fue cuantificar el montante de la revalorización solicitada por la Asociación Linense de Pensionistas Españoles de Gibraltar (Alpeg), que reúne a este colectivo afectado de 6.000 personas y que cifraba a finales de 2004 en 36 millones de euros lo que deben las autoridades británicas y gibraltareñas al colectivo español.
De esta forma se subsanaría el perjuicio que han sufrido este grupo de ex trabajadores en sus pensiones no contributivas. En un primer momento recibirán un pago único a modo de compensación incluyendo, en aquellos casos, a los herederos de los pensionistas que ya han fallecido. Asimismo, el Gobierno español podría adelantar parcial o totalmente dicha revalorización de las pensiones a condición de que Londres le reembolse ulteriormente.
Ante la congelación de pensiones en el Peñón, la colonia ha ofrecido estos últimos años a sus ex trabajadores una ayuda adicional a la jubilación a través de una organización caritativa privada que recibía fondos de las autoridades locales. Ello motivó que la Comisión Europea abriese en mayo de 2004 un expediente a Reino Unido al constatar que la denominada Household Cost Allowance (HCA) para este tipo de casos únicamente se concedía a los ex trabajadores que disponían de la residencia permanente en Gibraltar y de una jubilación ya garantizada.
LÍNEAS TELEFÓNICAS Y PASO DE LA VERJA
Tanto el aumento de las líneas telefónicas en Gibraltar como la mejora en el tránsito de personas y mercancías a través de la Verja son las dos concesiones de España en la negociación. Las tres partes tienen previsto anunciar un incremento de las líneas telefónicas para Gibraltar -en la actualidad son 30.000-- y permitir un paso más fluido por la Verja mediante un canal 'verde' y 'rojo' de entrada a España a semejanza de los existentes en los aeropuertos, en los que el primero de ellos autoriza el paso sin controles cuando una persona no tiene nada que declarar.
Los detalles de la negociación se han ido discutiendo en los últimos 18 meses, tiempo en el que se han celebrado cinco rondas de negociaciones formales y numerosos contactos informales entre las tres partes. El propio Caruana destacó el pasado viernes que se han producido "en un buen y constructivo espíritu".
