Granada.-Tribunales.- El sacerdote que denunció al arzobispo recurre el fallo y solicita que sea condenado por calumnias

Actualizado: miércoles, 6 febrero 2008 11:51

GRANADA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El sacerdote que denunció al arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha recurrido el fallo emitido por el Juzgado de lo Penal número 5 de Granada, que condenaba al arzobispo a pagar una multa de 3.750 euros por un delito de coacciones y una falta de injurias, y solicita que sea condenado por delito de calumnias y si no un delito de injurias.

De este modo son todas las partes las que presentaron recurso a la sentencia condenatoria del juez Miguel Ángel Torres, puesto que así lo hicieron tanto la Fiscalía como la defensa del arzobispo, solicitando ambas la libre absolución de éste.

Según informó a Europa Press el abogado del sacerdote, Rafael López Guarnido, tanto la defensa como la Fiscalía han impugnado su recurso y él ha hecho lo propio con los presentados por estas partes, por lo que será la Audiencia Provincial de Granada la que resuelva.

En cualquier caso, López Guarnido subrayó que considera "extraordinaria" la sentencia en el relato de hechos que "no pide que sea modificada", por lo que solicita una pequeña cuestión de "carácter jurídico" en base al relato que ésta contempla.

Con esta petición pretende el sacerdote que el arzobispo sea condenado a pagar una indemnización de más de 8.000 euros, además de la multa a la que fue ya condenado, y también a las costas, incluidas las de su abogado, según publica el diario 'La Opinión de Granada'.

El juez reconoció en la sentencia que fue el "enfrentamiento" con CajaSur del actual arzobispo y la vinculación que el denunciante tenía con la entidad el origen de esta causa, "peculiar e inusual". La condena se produce porque entiende el juez que se obliga al sacerdote a "paralizar a la fuerza" un libro sobre la Catedral --encargado por el anterior arzobispo, Antonio Cañizares, que sería financiado por CajaSur y coordinado por Martínez Medina-- para conservar su puesto. Esta presión fue acompañada de la suspensión de sueldo, un medio coercitivo más sobre su persona para quebrantar su voluntad.

Asimismo, se condena al arzobispo por una falta de injurias por las expresiones proferidas sobre la supuesta apropiación indebida por parte del denunciante de bienes del archivo o la catedral, que no han quedado acreditados, porque eran "innecesarias y excesivas", según la sentencia, ya que no existe el menor elemento que permita pensar que Martínez Medina se apropió de algo que no fuera suyo.