El Ayuntamiento, que ha requerido a la promotora y constructora el arreglo de los daños, está dispuesto a asumir los trabajos
GRANADA, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los vecinos desalojados el pasado domingo en la urbanización Alfaguara de Nívar (Granada) tras derrumbarse parte de un muro de contención cercano a sus inmuebles manifestaron hoy su temor a que las lluvias previstas para los próximos días propicien que la infraestructura se caiga del todo y destruya las casas más cercanas, después de que hoy no se haya tomado ninguna medida para evitarlo.
Los afectados, una veintena de personas correspondientes a nueve familias, denunciaron el pasado lunes esta situación ante los tribunales y la Guardia Civil de Maracena (Granada) para propiciar que se adopten medidas a la mayor brevedad posible, según informó a Europa Press una de las vecinas perjudicadas, Alicia García.
Lamentó que tres días después del suceso aún no se haya tomado ningún tipo de medida por parte del Ayuntamiento de Nívar y la Diputación de Granada, cuyos técnicos visitaron hoy los inmuebles afectados y prevén finalizar para mañana el informe que determinará si existe peligro de derrumbe y las medidas que se pueden tomar.
"Hacen muchas propuestas pero nadie le pone remedio, parece que están esperando a que el muro se derrumbe del todo y mate a alguien para actuar ", criticó García.
El alcalde de Nívar, Juan Antonio Molero, explicó que ya ha requerido a la constructora, la promotora y al arquitecto redactor del proyecto que arreglen los daños registrados en las viviendas, puesto que se trata de una urbanización privada.
"Cuando mañana tengamos el informe de los técnicos le daremos un plazo a las empresas para que tomen medidas y si no lo hacen el Ayuntamiento asumirá los trabajos de forma subsidiaria", comentó Molero, que apuntó la posibilidad de que se coloquen plásticos en el terreno y se apuntale el muro de contención como primera medida de urgencia.
Molero manifestó su deseo de que esta situación se solucione y lamentó las molestias que están sufriendo los vecinos. La mayoría de ellos se han realojado con sus familiares, mientras que el consistorio ha buscado y sufragado el alojamiento en un hostal a una pareja afectada que no dispone de otro lugar donde residir hasta que se solucione el problema.
