Jaén.-El artista y director jiennense Fernando Lorite estrena en el Infanta Leonor el cortometraje 'Las botas de fútbol'

Actualizado: miércoles, 7 enero 2009 15:48

JAÉN, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -

El artista y director jienense Fernando Lorite ha escrito y dirigido su último y más personal trabajo cinematográfico, un cortometraje rodado en blanco y negro, 'Las botas de fútbol', cuyo preestreno tuvo lugar el pasado 30 de diciembre en la Filmoteca Andaluza (Córdoba) y cuyo estreno será el próximo viernes 9 de enero dentro de la programación municipal del Patronato de Cultura en el Teatro Infanta Leonor con entrada libre hasta completar el aforo.

Tras 'Hilados' y 'Sin tu ausencia', sus dos primeros cortometrajes, 'Las botas de fútbol' es el trabajo "más intimista, onírico y reflexivo del joven autor jienense", que sigue compatibilizando su montajes escultóricos y la pintura con la producción cinematográfica, según detalló en un comunicado. El cortometraje fue rodado durante los meses de septiembre y octubre de 2007 íntegramente en Jaén, con la plaza de San Juan como escenario de un entrañable partido de fútbol entre niños.

En esta ocasión, el director quiso realizar una obra coral con un "magnífico elenco de actores", entre los que destaca el protagonista de la cinta, el niño Carlos Rueda, "del que en su primer trabajo ante las cámaras, Fernando Lorite ha sabido sacar toda la naturalidad y espontaneidad que requería el papel".

'Las botas de fútbol' cuenta las dificultades de una familia humilde en la España de finales de los años setenta y principios de los ochenta, cuya situación económica les obliga a poner en una balanza las necesidades más cotidianas frente al deseo de su único hijo para su cumpleaños: Unas botas de fútbol para poder jugar con el resto de niños del barrio.

El trabajo de Lorite reflexiona sobre aquellos años en que el país "comenzaba a quitarse los pañales de la Transición, abandonaba los SEAT 127 y el centro político y acunaba a la última generación de niños que jugó y correteó por las calles y plazas, antes de que el tráfico, la tecnología y el creciente consumismo social desterrara a los niños de la calle hacia sus dormitorios, salones e incipientes juegos virtuales".