Jaén.- Tribunales.- Forense dice que la muerte del anciano de Mengíbar se debió a la inyección del médico

Actualizado: lunes, 20 febrero 2006 19:53

JAEN, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un estudio forense señala que la causa de la muerte del anciano que falleció en 2004 en Mengíbar (Jaén) momentos después de recibir un tratamiento médico en el centro de salud del citado municipio fue la inyección del fármaco que allí se le administró.

Fuentes cercanas al caso precisaron a Europa Press que en el citado informe se establece "claramente" como "causa-efecto" la inyección que le pusieron al hombre, de 70 años de edad, que le provocó la muerte.

La familia de este hombre interpuso una denuncia en el juzgado de instrucción número uno de Jaén al considerar que el médico podría haber incurrido en una negligencia pues el anciano, que padecía una dolencia bronquial, falleció a los pocos instantes de recibir un tratamiento médico en el centro de salud del citado municipio.

Así, la familia acusa al médico que le atendió de un delito de homicidio imprudente, ya que la muerte fue "fulminante" una vez se le puso una inyección con el medicamento Cefonid, dosis que le administró "sin preguntarle por su cuadro médico o por si era alérgico". Asimismo, estas mismas fuentes indicaron que la autopsia reveló que la causa de la muerte fue un "shock hipovolémico" al "asfixiarse los pulmones tras administrarle el medicamento".

Los hechos se registraron durante la tarde del 23 de marzo de 2004, cuando el difunto "comenzó a sentirse mal" y decidió visitar a su médico de cabecera, según la viuda, Josefa Torres.

Según la narración que la esposa del fallecido ofreció en ese momento, el médico le recetó cuatro botes de un fármaco y tras la consulta el matrimonio se acercó a la farmacia para adquirir los medicamentos. Una vez con los botes de medicina en su poder, el matrimonio regresó al centro de salud de Mengíbar para que le inyectasen la medicación.

Cuando ya le habían administrado el fármaco, salieron del centro de salud sobre las 20.00 horas y a los pocos metros el hombre "comenzó a sentir arcadas" y el hombre se retorció gritando. Josefa Torres ayudó a su marido a regresar al centro de salud, donde los facultativos intentaron reanimarle sin éxito.