GRANADA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El coordinador andaluz de IULV-CA, Antonio Maíllo, se ha reunido este martes en Granada con los trabajadores Eozen concentrados a las puertas del edificio de CajaGranada para evitar el concurso de acreedores que la dirección de la empresa se ve obligada a acometer antes del 30 de abril.
La formación de izquierdas, según ha informado IU de Granada en un comunicado, ha querido mostrar su apoyo a las personas allí reunidas, además de conocer de primera mano los motivos que los empujan a movilizarse y buscar posibles vías para la resolución del conflicto.
Maíllo ha expresado la necesidad de dar una solución urgente al problema que atraviesa Eozen "con objeto de garantizar el empleo de alrededor de 800 trabajadores y permitir el desarrollo y futuro crecimiento de una empresa que, por el momento, tiene un contrato de trabajo para 6 años".
Asimismo, Paloma López, segunda candidata de IU al Parlamento Europeo, ha manifestado que "supone una obligación moral no llevar a Eozen al concurso de acreedores, ya que ayuda al progreso económico de la comarca más deprimida de la provincia de Granada".
La Eólica del Zenete (Eozen) informó el pasado lunes en un comunicado de prensa que tras años de duras negociaciones, la empresa consiguió un contrato con la alemana Vensys por la que se encargaba a la fábrica de generadores y palas del Marquesado la producción de 301 palas por un total de 42 millones de euros.
Un negocio que, según Eozen, cuenta con el compromiso de Bankia para financia el proyecto "que ofrecía una carga de trabajo para seis años y supondría la posibilidad de consolidar a Eozen como un fabricante de palas para aerogeneradores a nivel internacional". Además, Eozen contaba con la posibilidad de refinanciación de la deuda pendiente con las dos principales entidades financieras acreedoras de la empresa --Bankia y CajaGranada - BMN--.
Sin embargo, tal y como ha comunicado el comité de empresa a IU, el contrato peligra por la negativa de Caja Granada-BMN (titular de aproximadamente un tercio de su capital social) de correr con una comisión por valor de 360.000 euros, "obligatoria para el mantenimiento de un aval que garantiza su propia deuda".
Así las cosas, los trabajadores lamentan que, si la entidad no cambia su decisión, Eozen se ve abocada al concurso de acreedores, lo cual pone en peligro el empleo de en torno a 800 personas. Empleados que, según relatan, han hecho considerables esfuerzos por mantener la empresa a flote y conseguir el contrato con Vensys.
