JAÉN, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La plantilla del Servicio de Comunicación del Ayuntamiento de Jaén (antigua Ondajaén RTV) ha lamentado este miércoles que tanto el alcalde, Julio Millán (PSOE), como la teniente de alcalde María Cantos (Ciudadanos) apuesten una vez más por la "ilegalidad" con el expediente de regulación de empleo (ERE) promovido para despedir a estos 51 empleados,
La plantilla ha informado de que este pasado martes fue celebrada la cuarta y última reunión entre los representantes del Ayuntamiento y de los trabajadores en el marco de la negociación del ERE, un proceso en el que "no se ha negociado nada porque la empresa puso su propuesta encima de la mesa el primer día y apenas se ha movido un milímetro de ella". A tal efecto, la plantilla lamenta que el Gobierno local rechace "tajantemente las propuestas y alternativas presentadas por los delegados sindicales".
Según los trabajadores, el ERE "es claramente ilegal porque la empresa ha incumplido los aspectos formales que marca la norma en este tipo de procesos", además de que el Ayuntamiento esgrime "razones organizativas y de producción" para el despido colectivo pero "en este proceso no ha presentado ni un sólo informe técnico que avale esas razones que, según dice, le permite dejar en la calle a 51 personas".
"Desde que iniciaron su persecución a los trabajadores de Ondajaén RTV, Julio Millán y María Cantos han dicho por activa y por pasiva que todo lo hacían atendiendo a la legalidad y apostando por ella, pero ya tienen en sus espaldas un ERTE ilegal, un ERE ilegal y ahora están en proceso de otro ERE ilegal", señalan rememorando el conflicto derivado del incendio declarado en las instalaciones de Ondajaén.
Además, acusan al Gobierno local de intentar "robar la cartera" a la plantilla, exponiendo que las propuestas del mismo incluían como condición para acceder a las plazas ofertadas por el Ayuntamiento, la renuncia a los actuales puestos de empleo, "a los derechos salariales y laborales adquiridos a lo largo de casi dos décadas como trabajadores y renunciar además a acciones legales contra el Consistorio.
Todo ello para "un puesto de trabajo en régimen de interinidad que se perdería cuando la plaza fuese a cubrirse reglamentariamente y con menos salario. Así, han tachado de "pantomima" la negociación del ERE, que a su entender supone "un atropello a los derechos adquiridos de los trabajadores y un abuso de autoridad en toda regla", augurando que la Autoridad laboral o la Justicia tumbarán el despido colectivo.
