El presidente de la CEA pide un entorno normativo que genere confianza, favorezca la inversión e incentive el consumo

Actualizado: jueves, 2 julio 2015 23:35

González de Lara dice que se necesitan empresas con más dimensión, más innovadoras y competitivas y que desarrollen mejor su capital humano

CÓRDOBA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, ha pronunciado este jueves una conferencia en el Foro de Economía y Sociedad de Córdoba, que promueve la organización empresarial Asfaco y que cuenta con el patrocinio de la Fundación Cajasol y la Fundación Enresa, donde ha abogado por un entorno normativo que genere confianza, favorezca la inversión e incentive el consumo.

En su intervención, que ha estado precedida de la presentación del presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, el presidente de la CEA ha abogado por un entorno normativo que, en base los objetivos ya descritos, conlleve beneficios para toda la sociedad andaluza.

En este sentido, González de Lara ha argumentado en su conferencia, titulada 'Realidad y retos de la pyme', que puesto que ahora se atisban, muy tímidamente, los primeros signos de lo que parece ser la recuperación económica, es el momento para despejar el camino para que las ventajas competitivas que tiene la empresa andaluza encuentren un marco adecuado en el que desarrollarse.

A este respecto, el presidente de la CEA ha señalado que la palabra clave para tener un entorno administrativo despejado y libre de obstáculos, para que la iniciativa privada pueda crear riqueza y empleo es desregulación, "pero una desregulación ordenada y sostenible, que siente las bases de la necesaria homogeneización normativa".

Así, en opinión de González de Lara, se puede afirmar que las rigideces institucionales, los intervencionismos en la vida económica y laboral, son "gérmenes inhibidores de iniciativas empresariales" y, por consiguiente, significan "un pasaporte al desánimo y a la dificultad añadida de creación de riqueza y empleo".

En síntesis, para el presidente de la CEA, la burocracia es inversamente proporcional al crecimiento y al desarrollo social y económico de los territorios, y ante esta situación solo cabe la desregulación, no de los derechos, sino de los procedimientos. Este debe ser, según ha destacado, el verdadero cambio que está tomando carta de naturaleza en las sociedades modernas y más avanzadas económicamente.

El presidente de la CEA ha dicho también estar convencido de que se abre un nuevo tiempo para las empresas, para los empresarios, para las organizaciones empresariales y también para la sociedad en su conjunto, la de Andalucía y la del resto de España y ha añadido que hay que recuperar los valores perdidos del esfuerzo, el tesón, la iniciativa y el mérito.

De igual forma, a su juicio, se hace preciso recuperar la credibilidad y la capacidad de ilusión de los empresarios en nuevas inversiones y proyectos, siendo también cierto que las sociedades tienen que avanzar, y la sociedad española y la andaluza son, según ha resaltado, un ejemplo evidente de esa constante y continuada progresión.

LA NUEVA CEA

En ese sentido, las organizaciones empresariales, según ha indicado González de Lara, tienen que fortalecerse y estar muy atentas al devenir de los acontecimientos, mientras que las empresas deben, por su parte, reiterar su apuesta por las organizaciones empresariales, depositar en ellas mayor confianza y capacidad de acción.

Por todo ello, el presidente de los empresarios andaluces ha recordado que, desde que asumió el reto de presidir la CEA, ya dijo que una nueva CEA era posible bajo la dirección de un nuevo equipo de gobierno y, de hecho, según ha precisado, en estos primeros meses se ha estado desarrollando un riguroso plan de viabilidad y se ha culminado el proceso de reestructuración interna.

Ahora, la idea de González de Lara es modernizar y transformar la organización y corresponde un Plan de Acción para la nueva CEA, "muy amplio y ambicioso", con carácter global, basado en los principios de transparencia, participación, gestión eficiente y reputación.

RETOS DE LA EMPRESA ANDALUZA

En cuanto a los principales retos de futuro de la empresa andaluza, que pasan sobre todo por el ámbito sectorial, la coyuntura económica y por las vías que habría que elegir para partir con ventaja, cuando se vislumbre de manera evidente el tan anhelado crecimiento económico, el presidente de la CEA ha enumerado algunos de ellos a modo de titulares.

De este modo, ha dicho que es necesario un renovado modelo productivo en Andalucía y que éste debe formularse en la Propuesta 2020 para la reindustrialización, con el objetivo principal de fortalecer el sector industrial de forma sostenible y equilibrada, a fin de que incremente su peso en el conjunto de la economía andaluza, hasta el alcanzar el nivel óptimo del 20 por ciento del PIB.

En opinión del presidente de la CEA, más industria y más innovación, equivalen a menos desempleo, siendo tamibén preciso internacionalizar las estructuras productivas y empresariales, e impulsar la creación y el desarrollo de empresas en los sectores de generación intensiva de empleo, como son la construcción e infraestructuras, el turismo y el sector agroalimentario.

También es preciso, según ha destacado, fomentar la creación y desarrollo de empresas en los sectores estratégicos y de futuro, como la industria aeronáutica, las empresas de base tecnológica, las dedicadas a la logística y al transporte, la distribución comercial, el medio ambiente, la energía o las industrias culturales.

Finalmente, el presidente de la CEA ha recordado, sintéticamente, a modo de conclusiones, cuáles son los desafíos más importantes que ha de afrontar el tejido productivo andaluz en el corto y medio plazo, asegurando que se necesitan más empresas y más empresarios. Empresas con más dimensión, más innovadoras, que desarrollen mejor su capital humano y sean más competitivas.

Igualmente, ha afirmado que es necesario impulsar más estructuras productivas, con capacidad de salir al exterior e internacionalizarse. Empresas que cuenten con una financiación estable, diversa y también extra bancaria, que les permitan seguir creando empleo y riqueza, y ello con una administración pública transformada, redimensionada, austera y eficiente.

Todo lo anterior, según ha concluido, debe lograrse en un entorno favorable a la actividad productiva, con menos trabas burocráticas, mayor seguridad jurídica, baja presión fiscal y bajos costes sociales, recordando que estas condiciones deben encuadrarse en un adecuado marco de Responsabilidad Social Empresarial.