Recuperan el sendero medieval de acceso desde la ciudad de Jaén al cerro de Santa Catalina

Fotos Y Nota Recuperan El Sendero Medieval De Acceso Al Cerro De Santa Catalina
Fotos Y Nota Recuperan El Sendero Medieval De Acceso Al Cerro De Santa Catalina - UNIVERSIDAD DE JAÉN
Publicado: viernes, 10 julio 2020 11:19

JAÉN, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Universidad de Jaén (UJA) y el Instituto Municipal de Empleo y Formación Empresarial (Imefe) del Ayuntamiento de Jaén han documentado el trazado y las estructuras que conforman el sendero medieval que asciende hasta el Castillo de Santa Catalina, recuperando el primer tramo del mismo. Una senda que, pese haber sido trazada en época medieval, estuvo en uso hasta el siglo XIX.

Los trabajos fueron ejecutados de noviembre de 2019 a marzo de 2020 por la Escuela Taller del módulo de Jardinería, dirigida por Manuela Moral e impartida por los monitores José Requena y Manuel Barneo, bajo la dirección arqueológica de los investigadores del Departamento de Patrimonio Histórico de la Universidad de Jaén María Victoria Gutiérrez y Juan Carlos Castillo, contando además con la colaboración de un amplio equipo técnico de arqueólogos y topógrafos pertenecientes al Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA.

En concreto, las tareas desarrolladas desde noviembre del pasado año han consistido en la limpieza y desbroce de los depósitos de tierra vegetal y maleza que cubrían y ocultaban el primer tramo del camino medieval, según ha explicado en un comunicado la UJA.

Así, ha señalado que entre los resultados obtenidos destaca, por un lado, la localización de la puerta que abría el principal acceso al camino, de la que se han registrado dos grandes pilares cuadrangulares de mampostería.

Por otro lado, la localización de la base geológica totalmente pulida y alisada, "lo cual nos indica que ésta conformaría el pavimento original del sendero, que estuvo deslindado por un lado por los propios afloramientos rocosos del terreno, recortados y trabajados para encajar la senda, mientras que por su lado opuesto, estaría delimitado por una serie de paratas de mampostería irregular, de las que en algunos tramos tan solo se conserva su cimentación", ha explicado la arqueóloga María Victoria Gutiérrez.

El estudio, limpieza y recuperación de estas paratas ha sido el objetivo de esta primera fase de actuación, identificándose su técnica constructiva y su aparejo, además de "dejar patente su estado de conservación y patologías".

"Con estos trabajos se ha logrado obtener una documentación trascendental y numerosas evidencias que van a resultar imprescindibles para la proyección de futuras fases de trabajo, que conducirán a la recuperación de todos los elementos, para lo cual se seguirán las directrices marcadas en el proyecto de obras de rehabilitación y puesta en valor del sendero, redactado por el arquitecto Manuel de Toro Codes", han indicado los investigadores de la UJA.

Según las primeras interpretaciones, este sendero, que discurría ascendiendo por el interior de un amplio recinto amurallado, presentaba en su inicio "una evidente bifurcación que deja constancia de la existencia de un riguroso control", al separar aquellos transeúntes que ascendían a pie, de aquellas otras personas que lo hacían con carretas u otros medios de transporte, confluyendo ambas vías en un punto estratégico del interior, a partir del cual el camino se unificaba.

Paralelamente, esta actuación ha permitido conocer y verificar no solo el origen medieval de sus estructuras, sino que también ha puesto de manifiesto "las profundas transformaciones a las que fue sometido en la primera mitad del siglo XIX, tras la ocupación de la ciudad por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia".

"Nos referimos a los elementos defensivos creados entre 1809 y 1811, con el fin de consolidar y reforzar las defensas de la primitiva alcazaba medieval, aislándola de manera significativa del núcleo urbano, son todas ellas estructuras que quedaron perfectamente reflejadas en la cartografía histórica de la época elaborada tanto por ingenieros militares franceses como españoles", ha asegurado Juan Carlos Castillo, catedrático de Historia Medieval de la UJA.

Sin embargo, Castillo ha indicado que "desgraciadamente son muchos los interrogantes y estructuras que aún están soterradas en toda la ladera norte del cerro, las cuales deberán recuperarse e integrarse en un amplio proyecto que tenga como cometido principal la revitalización de este amplio espacio periurbano de la ciudad de Jaén, un sector que cuenta con unos importantes valores patrimoniales tanto a nivel histórico como natural".

En este sentido, los investigadores de la UJA apuntan que aunque los resultados obtenidos han sido "bastante significativos y elocuentes de la riqueza arqueológica de este enclave", esta actuación supone solo el inicio "debido al empaque y la complejidad de las estructuras allí existentes, lo que por otro lado, ha evidenciado la inviabilidad de que su absoluta recuperación pudiera lograrse en un marco temporal tan corto, cuatro meses, que es el periodo de duración de la formación del alumnado de la Escuela Taller del Imefe".

De esta manera, la trascendencia de los resultados han aconsejado al equipo de arqueólogos, en estrecha colaboración con el presidente del Imefe, Francisco Díaz y la gerente de la entidad, Manuela Ávila, "a estudiar la posibilidad de llevar a cabo nuevas actuaciones centradas en los siguientes tramos de esta vía y en los elementos que la conforman, representando la completa recuperación de este sendero uno de los proyectos prioritarios para el Instituto Municipal de Empleo y Formación Empresarial".

Así, desde Imefe se plantea la elaboración de nuevos proyectos para la generación de empleo, que se presentarán en el marco del programa AIRE, promovido por la Junta de Andalucía, y que conllevará a la contratación durante ocho meses de hasta diez peones para la realización de futuras excavaciones arqueológicas, que también estarán dirigidas por los investigadores de la Universidad de Jaén.

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