Los trabajos para la demolición controlada en Chiclana comenzarán mañana y tendrán un presupuesto de 600.000 euros

Actualizado: miércoles, 11 marzo 2009 15:19

JAÉN, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los trabajos para demoler parcialmente la masa rocosa que presenta peligro de desprendimiento en Chiclana de Segura (Jaén) comenzarán mañana con la instalación de una valla perimetral de seguridad que permita realizar una demolición controlada con mortero expansivo. La intervención durará unos dos meses y tendrá un presupuesto aproximado de 600.000 euros que será sufragado por el Gobierno español, la Junta de Andalucía y la Diputación de Jaén.

Así lo indicaron hoy en rueda de prensa el subdelegado del Gobierno central, Fernando Calahorro; la delegada de la Junta, Teresa Vega; el vicepresidente de la Diputación, Moisés Muñoz, y el alcalde de la localidad, Santiago Rodríguez, quienes destacaron la cooperación de todas las administraciones para dar una "respuesta rápida y eficaz" a una situación de emergencia.

Según explicaron, tras la caída de una primera gran roca el pasado lunes, los técnicos han optado por demoler otra parte que ha quedado al aire frente a la posibilidad de mantenerla y fijarla para evitar cualquier situación de riesgo. "Las obras empezarán mañana mismo", indicó Muñoz, quien explicó que para ello la intervención será declarada de emergencia.

La actuación, según explicó uno de los expertos, Francisco Quesada, tendrá cuatro fases para evitar que la roca que está pendiente vuelque sobre la que ya está en el suelo y garantizando la seguridad en todo momento. La primera etapa consistirá en la limpieza de los cascotes producidos como consecuencia de la demolición de los inmuebles afectados y la protección del área cercana con una valla perimetral reforzada que evite que nuevas viviendas se vean perjudicadas. Además, se mantendrá la piedra que cayó el lunes para, por un lado, repartir los esfuerzos de la roca una vez que caiga la que pende, ya que también se pondrá una cama de arena que amortigüe el golpe, y, por otro, para acortar la distancia de caída, con lo que el impacto será menor.

En una segunda fase, se dividirá la roca en cuadrículas de 50 por 50 con una profundidad de entre cuatro y seis metros en las que, a través de taladros, se inyectarán los morteros expansivos. "Reaccionan a las doce horas aproximadamente, de manera que se irán haciendo gajos diarios que tendrían un volumen aproximado de 1,5 metros cúbicos para tener la seguridad de quitar el peligro de que esa masa rocosa cayese adelante", comentó.

ANCLAJE Y RETIRADA

Una vez saneado el trozo en cuestión, que, según apuntó Vega, es algo mayor que el que se desprendió el lunes, se anclará mediante tirantes metálicos la masa rocosa trasera para, en último lugar, retirar la capa de arena y utilizar el mismo sistema para perforar los restos de las rocas y obtener trozos más pequeños que facilite su traslado.

Con respecto a la financiación de las obras, el subdelegado del Gobierno, que comentó que los trabajos se alargarán durante uno dos meses, subrayó la colaboración institucional gracias a la cual el Gobierno Central, la Junta y la Diputación sufragarán "prácticamente a partes iguales" los 600.000 euros del presupuesto inicial.

"Además, la Administración General del Estado financiará la parte que afecta a los vecinos. Hay cinco o seis casas afectadas y algunos inmuebles son irrecuperables y se incluirá en el decreto de emergencia, de modo que partir de mañana o pasado mañana podrán presentar sus daños", apuntó Calahorro.