La Universidad Loyola defiende su primera tesis de forma virtual sobre déficit cognitivo en pacientes con esclerosis

La investigadora de Loyola Andalucía durante la exposición virtual de su tesis.
La investigadora de Loyola Andalucía durante la exposición virtual de su tesis. - UNIVERSIDAD LOYOLA ANDALUCÍA
Publicado: jueves, 9 julio 2020 18:02

SEVILLA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

La investigadora del Programa de Doctorado en Ciencia de los Datos de la Universidad Loyola y experta en neuropsicología, Bárbara Postigo Alonso, ha sido la responsable de defender la primera tesis en formato presencial-virtual en la Universidad Loyola Andalucía, en este caso sobre el desarrollo de un procedimiento que mejora la evaluación de la pérdida de capacidades cognitivo-motoras en pacientes con esclerosis múltiple.

El trabajo, según ha informado la Universidad Loyola Andalucía, establece la posibilidad de que en un futuro se faciliten los mecanismos de detección precoz y herramientas para prevenir complicaciones en esta enfermedad neurodegenerativa.

La tesis ha estado dirigida por el doctor en Neuropsicología de la Universidad Loyola Alejandro Galvao, codirigida por Francisco José Martínez Estudillo y tutorizada por Ana María Pacheco. El tribunal ha estado compuesto por Javier Jesús González Rosa de la Universidad de Cádiz, Laura Esteban de la Universidad Loyola y por Alberto Inuggi del Istituto Italiano di Tecnologia.

Está demostrado que los pacientes de esclerosis múltiple que se encuentran en un proceso inicial de la enfermedad presentan una serie de pérdidas cognitivas, además de las dificultades motoras asociadas a la enfermedad. Pero hasta el momento no existe un procedimiento capaz de detectar la relación entre estos dos tipos de déficit de manera conjunta.

Hay una serie de dificultades relacionadas con el rendimiento cognitivo que algunas veces van asociadas a pérdidas motoras también, como por ejemplo la incapacidad de realizar dos tareas al mismo tiempo, como andar y hablar por teléfono a la vez.

Son dificultades que interacionan habitualmente y se detectan en estadios tempranos de la enfermedad, pero hasta el momento no se han desarrollado estrategias consolidadas para detectar la interrelación de los dos tipos de deterioro y su relación con el progreso de la enfermedad.

Para desarrollar el trabajo, la doctoranda realizó un primer estudio de revisión bibliográfica, obteniendo datos exhaustivos y detallados de la literatura relacionada con los procedimientos abordados hasta el momento y la identificación de las variables que podrían explicar las diferencias entre personas con esclerosis múltiple, en fases tempranas de la enfermedad, y se compararon con personas sanas.

En un segundo estudio se realizó un control de casos, examinando las capacidades cognitivo-motora asociadas con otras variables neuropsicológicas, fisiológicas y clínicas en los pacientes. Finalmente, en un tercer y último estudio, la investigadora realizó una evaluación de cada persona de forma dual midiendo los dos parámetros de interacción de acciones cognitivas y motoras. Se practicaron pruebas neuropsicológicas a través de una serie de tests y el análisis se completó con una prueba de electroencefalograma a cada paciente.

La tesis titulada 'Cognitive And Motor Neurobehavioral Relationships In People With Multiple Sclerosis And Healthy Individuals', ha aportado datos relevantes sobre la combinación de tareas cognitivas y motoras, y ha permitido delimitar las pruebas a utilizar de forma que los resultados obtenidos son más exhaustivos y mejoran los datos acerca de la interacción que se produce entre los dos tipos de deterioro en los pacientes con esclerosis múltiple.

La esclerosis múltiple, enfermedad degenerativa, inflamatoria y desmielinizante del sistema nervioso central, es la segunda causa de discapacidad actualmente en adultos jóvenes de entre 20 y 40 años. Tanto los déficit motores como los cognitivos, son reconocidos en dicha enfermedad, pero hasta el momento se han evaluado de manera independiente, e incluso no se detectan los deterioros cognitivos en fases muy tempranas de la enfermedad.

Las pruebas habituales que se realizan son pruebas realizadas en el contexto clínico y están disociadas de las actividades habituales que el paciente realiza en su vida diaria. La combinación de actos como el simple caminar, compite de alguna forma a nivel cerebral con los recursos cognitivos, con lo que la realización de una de las tareas puede provocar el empeoramiento de otra. Y esto puede ser un indicador clave del deterioro cognitivo asociados al proceso neurodegenerativo de esta enfermedad.

La investigadora Bárbara Postigo seguirá trabajando en este sentido para perfeccionar el sistema de detección de una forma cada vez más sensible y exhaustiva. Así, en futuros trabajos se propondrán otras herramientas encaminadas a mejorar dichos déficit cognitivos en los pacientes a través de técnicas de entrenamiento. El trabajo además, tiene en cuenta otras variables clínicas como el nivel de discapacidad física, la depresión, la fatiga y la calidad de la vida que los investigadores son capaces de relacionar con el rendimiento cognitivo y motor de los enfermos.

La actual doctora en Neuropsicología ha agradecido la colaboración de la Unidad de Demencias y Deterioro Cognitivo del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, además de a sus directores y a la Escuela de Doctorado de la Universidad Loyola por su apoyo constante y guía para su trabajo.

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