JAÉN, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El vecino que interpuso la demanda contra el sonido de las campanas de la Catedral de Jaén, Antonio Rus, aseguró que en este asunto "siempre" ha tenido la razón, como, a su juicio, demuestran las sentencias y pronunciamientos municipales.
Rus hizo estas declaraciones a Europa Press después de que el Cabildo Catedralicio anunciase el pasado miércoles que presentará alegaciones a la decisión del Ayuntamiento de concederle un plazo de un mes, a contar desde el 3 de agosto, cuando recibió la notificación oficial, para que adopte las "medidas correctoras y técnicas" que procedan sobre el sonido de las campanas, una vez que se constató que existe un ruido "intolerable" en el domicilio del vecino, que interpuso una demanda al entender que se superaban los decibelios permitidos.
"Ellos quieren que se modifique la ley, pero hay un límite que no se puede superar", señaló el demandante, quien destacó que lleva soportando ese "martirio" 29 años y le ha provocado "perjuicios serios" a su salud, razón por la que tiene previsto solicitar una indemnización, una vez conocida la resolución de la Comisión Municipal Informativa de Medio Ambiente y Salud, que le dio la razón. En este sentido, criticó que "unos y otros, por comisión u omisión, han estado incumpliendo la ley".
Mientras tanto, el deán de la catedral, Francisco Juan Martínez Rojas, explicó el pasado día 5 que la corrección del tañido "pasaría por hacer campanas nuevas", tal y como, según dijo, se desprende del informe de una empresa de Torredonjimeno a la que encargaron estudiar la posibilidad o no de rebajar el sonido.
Por ello, aseguró que van a presentar un pliego de alegaciones con ese informe y otros documentos así como 30.000 firmas que hasta el momento muestran el respaldo de los vecinos al sonido de las campanas y la petición para que la ordenanza de ruidos se modifique y tenga en cuenta la "singularidad" de este caso.
Antonio Rus interpuso la primera denuncia en 1999 y al año siguiente se hizo una medición de sonidos en la que se constataba que los decibelios superaban los límites permitidos, si bien pasaron los años y no se adoptó medida alguna, lo que hizo que este hombre iniciara la vía contencioso-administrativa para que le hicieran caso hasta que, finalmente, el TSJA condenó en 2007 al Ayuntamiento de Jaén a que incoara el proceso oportuno para medir el sonido de las campanas de la catedral.
Así fue como en diciembre del año pasado se practicó la medición con el resultado de que se elaboró un informe en el que se constataba que el nivel sonoro era superior al permitido. Tras abrirse un plazo de alegaciones, la Comisión Municipal Informativa de Medio Ambiente y Salud del Ayuntamiento de Jaén resolvió conceder al Cabildo Catedralicio el citado plazo de un mes, una noticia que motivó la puesta en marcha de una campaña de recogida de firmas en apoyo del sonido de las campanas.
