Ancianos que superan el siglo de vida de los más de mil que hay en Andalucía presumen de su buena salud

EP
Actualizado: sábado, 5 junio 2010 12:51

Francisca, jiennense de 109 años, orgullosa de no tomar medicamentos destaca que fue al médico por última vez hace dos años

El granadino Andrés, con 101 años y amante taurino, dice que su secreto es "haber sido muy activo" y "tener una ilusión en la vida"

El almeriense Antonio, nacido en 1905, asegura que "la vida es un fandango para quien lo sepa bailar"

SEVILLA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

Francisca Rodríguez Serrano con 109 años y natural de Jaén, junto con Antonio Sánchez Rubira, Josefa Sánchez Claro y José Mesa Ramírez, con 104 años cada uno, y Andrés Hernández Villalta, con 101 años, naturales de distintas provincias de Andalucía, son cinco de las más de mil personas longevas que superan los cien años en la región y que según confirmaron a Europa Press gozan de "buena salud" con más de un siglo de vida.

De este modo, Francisca Rodríguez, cuyo nacimiento fue el día 5 de mayo de 1901 y a pesar de la edad con la que cuenta, ha visitado muy pocas veces al médico --la última consulta hace dos años--, además "no toma medicamentos", según dijo su hijo Serafín, quien explicó que a su madre "le encanta la leche y comer algunos potitos, flanes y sobre todo sopas, porque no tiene dientes".

Francisca se crió en un cortijo del pueblo jiennense de Fuensanta de Martos y después se trasladó a Lopera, también de Jaén, donde reside hoy. Siempre trabajó en las labores del campo y "sacó adelante su casa", manifestó su hijo, que cuenta con dos hermanos.

No obstante, ella rehúsa hablar de su infancia y juventud porque es "muy reservada", aunque sí recordó a Europa Press con una sonrisa el día en el que "recién casada" cogió "una escopeta porque entraron a robar en el cortijo".

VENDIMIADOR EN FRANCIA

Por su parte, Antonio Sánchez Rubira, de 104 años, nació el 5 de octubre de 1905 en la localidad almeriense de Tabernas, pero desde que su mujer enfermó se trasladó a Almería capital, donde vive con su hija, Carmen Sánchez, además tiene otros dos hijos. Desde el fallecimiento de su esposa "él no está muy hablador y muchas veces le da apuro contar cosas", indicó su hija.

Aún así, Antonio relató a Europa Press que trabajó en Sevilla "en el arroz" y viajó por Francia "para cubrir la campaña de la vendimia", aunque su profesión fue la de "construir los carros tirados por mulos". Vivió en Tabernas en un cortijo "con el hambre que pasaban los niños en aquella época", cuando su madre se fue a Argentina y se quedó con su tía.

En la actualidad, Antonio "no tiene problemas de salud", si bien utiliza dentadura postiza y solamente fue ingresado "una vez hace un par de años por una pequeña arritmia", concretó su hija. Su 104 cumpleaños lo celebró con un homenaje por parte del Ayuntamiento de Almería en el que los asistentes sonrieron cuando dijo que "la vida es un fandango para quien lo sepa bailar". Antonio pasa los días "tranquilo" y lo que más felicidad le da es ver a sus nietos.

LA LLEGADA DE LA LUZ ELÉCTRICA

Josefa Sánchez Claro, nacida en 1906, fue homenajeada en marzo por la Diputación en su pueblo natal, Paterna del Campo, por ser la persona más longeva de la provincia. Su infancia la pasó en Paterna, donde con pocos años vio encenderse las primeras luces eléctricas. Tal y como contó a Europa Press, ella estaba en la Plaza Mayor del pueblo y su madre la cogía "en brazos y oía a la gente que con un cohete se encendían todas las luces a la vez". Josefa dijo que mientras ella conoció por primera vez la luz eléctrica, su madre conoció la llegada del ferrocarril.

La vida de la onubense más longeva ha estado unida a la costura, oficio que ahora ya le "cuesta", por lo que le da "mucha lástima". Al respecto, recordó que trabajó siempre en su tierra, porque estuvo dos meses en Sevilla y no le gustó la capital. No obstante, visitó la Exposición Iberoamericana de 1929 y conoció "por casualidad" al Rey Don Alfonso XIII y la Reina Doña Victoria Eugenia en un paseo por el Parque de María Luisa, "no era como ahora que van muy protegidos", manifestó.

Josefa cumplió los 104 años el pasado 14 de marzo, único día de su vida en el que estuvo ingresada en el hospital por "una calentura y un poco de neumonía", según explicó su hija, Lucía Caballero, quien precisó que al día siguiente recibió el alta médica. Tras ello, aconteció la Semana Santa, a la que Josefa quiso ir todos los días, pero "las noches fueron muy frías", y en las Fiestas de San Isidro estuvo en una caseta y "muy animada", detalló su hija.

En el día a día, Josefa visita a sus familiares y vecinos de Paterna en su silla de ruedas y después pasa las horas sentada en una cochera de su hija en la que se distrae viendo caminar a la gente. "Come de todo, no tiene colesterol ni azúcar y todavía tiene buenos dientes", describió Lucía, quien mencionó que su madre se casó con más de 35 años y se fue a vivir a la sierra con su padre. Como anécdota, Josefa contó que no concibe que "los jóvenes lleguen ahora a las 8,00 de la mañana cuando salen de fiesta" y respondió retóricamente, "¡en mis tiempos iba a hacer eso!".

En la provincia de Cádiz, también recibió homenajes por su cumpleaños José Mesa Ramírez, de 104 años y natural de la localidad serrana de Záhara de la Sierra, quien "ya está un poco torpe, pero se conserva muy bien", según aseguró su hijo Manuel Mesa.

PASIÓN TAURINA

Por otra parte, el granadino Andrés Hernández Villalta, con 101 años, pese a que es usuario del servicio de teleasistencia del Consistorio y sus familiares le visitan con frecuencia, es "totalmente independiente", según relató a Europa Press, al tiempo que aseguró que el secreto de su larga vida es "haber sido muy activo y no dejar nunca de trabajar", aunque "también hay que tener una ilusión en la vida y cuidarse un poco", añadió.

De hecho, él dejó el tabaco y el alcohol hace más de 30 años y diariamente le gusta salir a pasear con su andador por las calles de la capital granadina. El tiempo libre lo emplea en sus dos "pasiones", ir a las corridas de toros y escribir críticas taurinas, aunque también está "muy orgulloso" de la casi decena de libros sobre el arte del toreo que ha publicado.

Andrés Hernández nació en febrero de 1909 en la ciudad granadina. Fue uno de los pocos afortunados de su época que pudo estudiar hasta los 14 años en colegios "de balde" dirigidos por religiosos donde "se rezaba mucho y daban de comer", explicó. Posteriormente, trabajó como monaguillo en Granada, Cuenca y Burgos, para conseguir dinero se dedicó a recopilar la cera de los cirios derretida en el suelo para vendérsela al zapatero del barrio y obtener unos reales.

Además, relató que tras sus años de estudios, optó por ganarse la vida de escribiente, esto es, pasando a limpio, ya fuera a mano o a máquina, los escritos oficiales de las notarías, lo que le permitió ganar "hasta tres pesetas al día de la época". No obstante, su reto por cumplir era ser torero y lo consiguió durante diez años como novillero "tras saltar un día de espontáneo a la plaza con un pañuelo rojo atado a la cintura en busca de una oportunidad", acto de valentía que le otorgó muy buenas críticas.

Cuando se retiró de los toros, Andrés decidió buscar algo más estable y se sacó una oposición del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid --de hecho aún es "comisario honorario"--. Su servicio a la República le conllevó ser encarcelado durante dos años. Después regresó a Granada donde trabajó de camarero en varios hoteles.

En el año 2009, en la región había más de mil personas con más de cien años, concretamente 1.059, según los datos aportados a Europa Press por el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA). Por provincias, Sevilla y Málaga, con 273 y 216 personas respectivamente, eran en las que más longevos vivían; le seguían Granada, Cádiz y Córdoba, con 123, 111 y 110 cada una, y en las que menos personas de más cien años vivían eran Almería, Jaén y Huelva, con 79, 76 y 71, respectivamente.