SEVILLA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La delegación sevillana de la Unión de Guardias Civiles (AUGC) ha avisado de que la remodelación acometida en las instalaciones que ocupan agentes de dicho cuerpo y de la Policía Nacional en el aeropuerto hispalense "se ha traducido en malestar" entre los primeros, por el reparto efectuado por los mandos responsables, ya que "han reservado para ellos extensos despachos, mientras que se relega a los trabajadores a espacios indignos" donde han de prestar servicio durante las 24 horas de los 365 días del año.
Según AUGC Sevilla, las nuevas oficinas de los dos oficiales que hay en plantilla suman un total de 43 metros cuadrados, mientras que para más de 60 efectivos entre suboficiales, cabos y guardias, se ha reservado "una pequeña sala de descanso de apenas diez metros cuadrados, con lo que además del malestar y falta de espacio, repercuten posiblemente en la propia salud de los agentes".
"Pero es que, para aumentar la indignación de la plantilla de Guardia Civil, sus compañeros de Policía Nacional van a tener unas zonas de descanso y trabajo más amplias, dotadas de cocina, frigorífico, microondas, etcétera, para poder realizar las comidas durante las pausas del servicio, considerando además que los servicios de restauración para el personal laboral en la terminal no están en funcionamiento desde el estado de alarma y no se prevé su apertura a corto plazo".
La AUGC precisa que la dirección del aeropuerto ha realizado las obras conforme a las peticiones de ambos cuerpos, atribuyendo el conflicto a "la dejadez de los mandos del cuerpo, que no han tenido en cuenta en ningún momento que los guardias civiles bajo su mando tuviesen unas dependencias dignas, y se han preocupado en exclusiva de sus despachos de los oficiales".
Además, avisan de que en plena pandemia, es "imposible mantener un espacio de distancia de seguridad en una espacio inferior a diez metros cuadrados para evitar posibles contagios. "Se hacen necesarios unos canales de participación de los trabajadores de la Guardia Civil para que sean los representantes de los mismos los que al menos sean oídos cuando se producen reformas de tanta importancia en unas dependencias oficiales, evitando así este desprecio claramente identificable".
