La Consejería de Medio Ambiente censa un total de 1.950 especies marinas en el litoral de Andalucía

Actualizado: domingo, 4 enero 2009 14:11

SEVILLA, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha censado en 2008 un total de 1.950 especies en los ecosistemas litorales de Andalucía, la mayor cifra registrada en cuanto a biodiversidad marina de toda Europa.

Según informó en un comunicado la consejería del ramo, este número provisional corresponde a los datos reflejados en el Inventario de Biocenosis y Especies Bentónicas Marinas de Andalucía, cuyas labores de seguimiento se desarrollan desde 2004. El censo, que forma parte del programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz, tiene como objetivo principal alcanzar un mayor conocimiento y garantizar una mejor protección de esta biodiversidad.

El seguimiento, realizado por el equipo de apoyo técnico a la gestión sostenible del medio marino, se ha basado, entre otros sistemas, en inmersiones con equipo autónomo de buceo, para determinar fundamentalmente la presencia de especies invertebradas en los ecosistemas litorales andaluces, especialmente aquellas amenazadas o protegidas por la legislación.

No obstante, el inventario que se realiza incluye también otros grupos faunísticos, tales como peces, tortugas, aves y mamíferos marinos. Por otro lado, también se estudia dentro del proyecto la inmensa variedad de especies de algas de la costa andaluza.

Los trabajos realizados por Medio Ambiente también han permitido confirmar la existencia de 81 biocenosis o comunidades bióticas distintas con presencia en las provincias andaluzas. De ellas es Málaga la que posee una mayor diversidad de estas biocenosis, con 61, seguida de Granada y Almería (58 y 52, respectivamente), Cádiz (46) y, finalmente, Huelva (29) cuya menor presencia de biocenosis se debe a la predominancia de fondos blandos marinos.

INVERTEBRADOS AMENAZADOS

Este estudio ha permitido elaborar una propuesta de especies marinas amenazadas mediante su publicación en el Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía de 2008. En este catálogo se incluyen 87 especies marinas amenazadas: 7 esponjas, 22 corales y afines, 1 sipuncúlido, 1 anélido poliqueto, 33 moluscos, 11 crustáceos, 7 equinodermos (2 erizos y 5 estrellas de mar), 2 briozoos y 3 ascidias. De estas 87 especies, 70 se han encontrado en Almería, 59 en Granada, 60 en Málaga, 58 en Cádiz y 32 en Huelva.

La cifra apuntada en el Libro Rojo supera con mucho el número incluido en los Catálogos Español (Ley 42/2007) y Andaluz (Ley 8/2003) de Especies Amenazadas, en los que tan solo se recogían siete especies de invertebrados marinos. La necesidad de incrementar la protección de éstos y sus hábitats, tradicionalmente escasa en relación a lo desarrollado en los ecosistemas terrestres, llevó a la Consejería de Medio Ambiente a iniciar en 2004 exhaustivos trabajos de seguimiento a fin de profundizar en su conocimiento, diseñar medidas de protección más eficaces y fomentar la divulgación sobre su importancia.

Desde 2004 la puesta en marcha ese mismo año del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz, Medio Ambiente desarrolla diversos estudios de cada uno de los siete invertebrados previamente catalogados en Andalucía. Entre dichas especies destaca la lapa ferrugínea Patella ferruginea como la más amenazada en el litoral andaluz y en todo el Mediterráneo.

Gracias a los nuevos trabajos, la presencia de esta especie, catalogada como "en peligro de extinción", ha sido censada en unos 1.000 individuos repartidos por los sustratos rocosos mesolitorales de todas las provincias costeras andaluzas, a excepción de Huelva. Esto ha demostrado que, pese a su viabilidad comprometida, la especie posee un número de ejemplares y una distribución mayores de lo que se pensaba.

Por otra parte, el mencionado Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino de la Consejería de Medio Ambiente dio pie en 2005 a la puesta en marcha de un proyecto llamado 'Estudio de la Flora Ficológica Andaluza', realizado en colaboración con la Universidad de Granada.

Dado el importante papel que desempeñan las algas como bioindicadores o sensores ambientales, el objetivo de este estudio es afianzar el conocimiento de estas comunidades y su estado de conservación, ayudar a catalogarlas y establecer un importante punto de referencia para detectar cambios que puedan producirse en los ecosistemas acuáticos.