Los estudiantes valoran estas medidas, que reciben "con los brazos abiertos", aunque continuarán con su oposición a la zona azul
SEVILLA, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Bueno, ha mantenido este lunes una reunión con representantes del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus), a los que ha expuesto una batería de medidas ultimadas con el objetivo de facilitar la movilidad de los estudiantes y minimizar el impacto para la comunidad universitaria de la zona azul horaria de estacionamiento en la ciudad, reciente objeto de una ampliación que ha alcanzado al entorno de varios campus.
Junto a la ya anunciada tarjeta universitaria para su uso en los vehículos de la empresa municipal de transportes (Tussam), desde el Ayuntamiento hispalense se ha indicado a Europa Press que, además de instalar nuevos amarres de bicicletas --sería en los campus de Reina Mercedes, Pirotecnia e Ingenieros--, se habilitarían hasta tres solares para el aparcamiento en superficie en los entornos de Pirotecnia y San Bernardo.
De esta forma, el primero de ellos se ubica en la confluencia de las calles Presidente Cárdenas, Ramón Carande y Profesor Gonzalo Sánchez Vázquez, titularidad de la empresa municipal de la vivienda (Emvisesa) y de uso terciario, mientras que el segundo, también propiedad del Consistorio, se localiza en la avenida Ramón Carande, junto al Club Tenis Betis.
El tercero se encuentra en la calle Campamento, en San Bernardo, siendo un solar propiedad de la Junta de Andalucía. Está prevista la construcción de un centro de Educación Infantil, pero el Pleno del Ayuntamiento ya le ha solicitado a la Junta que, mientras tanto, se habilite como aparcamiento, aunque no ha obtenido respuesta de momento.
Respecto a la tarjeta universitaria, Bueno ha confirmado a los alumnos que ésta tendrá validez para todo el curso académico, desde 1 de octubre al 30 de junio --se podrá solicitar, según la información trasladada a los estudiantes, a partir del 10 de septiembre--, sin límite de viajes.
Esta tarjeta será personalizada y podrán acceder a ella los jóvenes con edades comprendidas entre 17 y 29 años, sin limitación de renta y con la condición de que cursen estudios universitarios de pregrado o equivalentes a los anteriormente denominados de primer o segundo grado, en alguna de las universidades de Sevilla o sus centros adscritos. Los alumnos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) también podrán beneficiarse de la medida.
Las solicitudes se tramitarán únicamente a través de la página web de la empresa www.tussam.es. El precio de la tarjeta será de 210 euros, lo que supone un ahorro de 107,7 euros, un 34 por ciento respecto de la actual tarjeta de 30 días, que tiene un coste mensual de 35,3 euros, y de hasta el 60 por ciento respecto al coste que resultaría con el bonobús sin transbordo, que es el título más utilizado.
PIDEN EL PAGO MENSUAL DE LA TARJETA UNIVERSITARIA
Tras el encuentro, el portavoz del Cadus, Daniel Arenaza, ha indicado a Europa Press que el organismo, en líneas generales, valora ambas medidas, que recibe "con los brazos abiertos", pese a lo cual siguen expresando su rechazo a la zona azul --finalmente no se dará a los estudiantes el tratamiento de residentes que pedían--, "que seguiremos combatiendo", subrayando asimismo que en el caso de la tarjeta universitaria se trata de una iniciativa que, si bien nació al amparo de la oposición estudiantil a este método de aparcamiento en superficie, "no consideramos como medida paliativa", pues "los estudiantes que se ven obligados a coger el coche siguen estado perjudicados".
Asimismo, Arenaza ha dado cuenta de la petición elevada al Ayuntamiento para que de cara a próximos años la tarjeta pueda ser abonada mensualmente, ya que "en plena época de matriculaciones el pago de 210 euros a tocateja es un sobreesfuerzo más", algo que "se ha entendido como necesario".
Respecto a los solares para el estacionamiento, ha especificado que la idea es proceder a su adecentamiento y abrirlos como "lugares abiertos sin vigilancia ni regulación alguna", por lo cual, remarcan, es de esperar la aparición de 'aparcacoches' ilegales o 'gorrillas'.
