Doradores reciben para Semana Santa menos de la mitad de encargos que en 2009 y buscan mercados en el exterior

Miguel Santana en su taller
Europa Press
Actualizado: lunes, 15 marzo 2010 11:53

SEVILLA, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los artesanos doradores de Sevilla han recibido para este año menos de la mitad de encargos de elementos sacros, con motivo de la Semana Santa, que el pasado, por lo que el gremio --ubicado principalmente en el casco antiguo de la capital hispalense-- ha tenido que buscar nuevos mercados en el resto del país e incluso en el exterior.

En declaraciones a Europa Press, el dorador Miguel Santana manifestó que otros años se han dado "bastantes más presupuestos", por lo que los artesanos han tenido que "reactivar el mercado buscando otro alternativo" en otras ciudades de Andalucía, en Murcia, Ciudad Real, Madrid, Lugo, e incluso en países de los continentes asiático y africano, lo que ha dado lugar a que la empresa se haya diversificado, pues se trata de zonas "que piden un mercado diferente".

En el caso de Arabia Saudí o Argelia, el dorador ofreció su presupuesto para dorar el mobiliario de un palacio. "Tal y como está el mercado, te tienes que adaptar, y si no está aquí, hay que buscarlo", señaló.

Asimismo, indicó que "el problema no está en la falta de trabajo, porque lo hay, sino más bien en la falta de liquidez de las hermandades, que están muy cortitas de capital". Teniendo en cuenta este hecho, que el precio del oro se ha duplicado en el transcurso del año y que por tanto "no se pueden bajar tarifas", los doradores han tenido que "absorber el sobrecoste del oro recortando al máximo los gastos".

Por su parte, el dorador Manuel Rodríguez expresó a Europa Press que el trabajo este año "ha estado muy flojo y con muchos problemas", pues han sido "muy poquitos encargos y no para grandes trabajos", por lo que su empresa también tuvo que prestar servicio a otros puntos de la Comunidad y del resto del país, y añadió que lo que se espera tras la celebración de la Semana Santa, como cada año, es "el mantenimiento del dorado de los pasos, puesto que después de la salida de estos es normal que se revise para pulir un posible desperfecto provocado por un golpe, o porque ha sufrido los efectos de la lluvia. En este caso, los doradores aconsejan que si esto sucede, el paso "no se toque y se deje secar, porque si por el contrario se intenta limpiar, el oro se desprende al estar reblandecido por la lluvia".

ZONAS QUE SE ESTÁN "SEVILLANEANDO"

Santana precisó que fuera de Andalucía "muchas zonas se están sevillaneando" siguiendo la tendencia de la capital hispalense, aunque insistió en que "cada sitio tiene su impronta y lo que el dorador tiene que hacer es acoplarse al estilo de cada sitio, que en unas ocasiones es más austero y en otras menos", dada por otra parte, la situación "de merma" que atraviesa en estos momentos el gremio.

De esta forma, y en cuanto a la técnica empleada a la hora de proceder a dorar una talla de madera --siendo la mayoría de este material--, Rodríguez explicó que se trata de un proceso de "muchas horas", y que en su taller se sigue empleando la técnica "de la época de los fenicios y egipcios", pues administra el yeso con que se trata la madera "a mano", y no "a pistola", modo este que "es rápido, pero que no proporciona la misma calidad".

El dorador señaló que una vez que la madera llega a sus manos, se procede a darle una mano de cola, poniéndole en todas las juntas unas tiritas de trapo para que, cuando dilate la madera, tenga siempre una sujeción ante las posibles rajas del material. Tras esto se procede a dar varias capas de yeso --cola con sulfato de cal--. Más tarde se lima para volver a obtener la forma que tenía la talla original, ya que "después de seis manos se pierde dicha forma". Por último, se le da un barro que hay que pulimentar antes de dorar, atendiendo a que "los mates se tratan de una forma y los brillos de otra".