El envejecimiento de la población y la crisis incrementarán la tasa de dependientes, según Analistas

Actualizado: sábado, 24 abril 2010 13:03

SEVILLA, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

El futuro envejecimiento de la población y los efectos de la crisis harán incrementar la tasa de dependencia en Andalucía, que hasta el momento favorecida por la inmigración y el ciclo económico favorable, según el último informe de Previsiones Económicas de Andalucía de Analistas Económicos.

En su estudio, consultado por Europa Press, se apunta que los cambios en la estructura demográfica "tienen una notable incidencia sobre las finanzas públicas, como consecuencia de sus efectos sobre los ingresos y gastos corrientes y, en concreto, sobre las cotizaciones sociales y las prestaciones que se financian con cargo a éstas, por lo que, en definitiva, repercuten en la sostenibilidad del sistema económico a largo plazo".

En ese sentido, precisó que los últimos años, diversos factores han contribuido de forma determinante a reforzarlo y garantizar su situación financiera, destacando la aportación de la inmigración a la población en edad de trabajar o el hecho de que la mayor parte de la generación del 'baby boom' se encuentra dentro del mercado de trabajo.

Así, bajo un enfoque exclusivamente demográfico estas circunstancias "se aprecian en la evolución de la tasa de dependencia, calculada como la proporción que representa la población que no está en edad de trabajar sobre la población potencialmente activa".

Precisó que en España se constató un "progresivo descenso" de esta tasa entre 1998 y 2008, hasta situarse en el 46,9 por ciento, lo que pone de manifiesto que "en los últimos años ha disminuido el esfuerzo que debe realizar la población en edad de trabajar para cubrir las necesidades de la población dependiente". Agregó que en Andalucía, este descenso "ha sido más intenso, duplicando la reducción registrada en el ámbito nacional, con -3,8 puntos porcentuales menos, hasta el 47 por ciento en 2008".

No obstante, el estudio advirtió de que la situación "empieza a manifestar algunos signos de reversión que, de mantenerse, pueden poner en riesgo la sostenibilidad del sistema, ya que en 2009 la tasa de dependencia se incrementó hasta el 47,5 por ciento en España, registrando una décima menos en Andalucía".

Por tanto, consideró que la situación favorable de años anteriores "tiene un carácter transitorio, y podría agravarse en el futuro, máxime si atendemos a la reciente publicación de las proyecciones de población del INE, que apuntan a que la población mayor de 64 años se duplicará en los próximos 40 años hasta representar el 31,9 por ciento del total nacional".

De esta forma, este "acusado" envejecimiento de la población presionará sobre los indicadores de dependencia, "incrementando el esfuerzo que la población potencialmente activa debe realizar para financiar la demanda de servicios sociales de una proporción mayor de personas dependientes".

No obstante, agregó que para obtener una visión más completa de la viabilidad económica del sistema "hay que ampliar el concepto de población dependiente, relacionando la población que no trabaja y la que trabaja, dado que la primera depende de los ingresos generados por ésta última", de manera que "a los cambios demográficos se añade el efecto de la coyuntura económica sobre la tasa de dependencia".

Analistas agregó que en los últimos años, la incorporación mayor de la mujer al mercado de trabajo, la disminución de la economía sumergida y el impacto de la inmigración sobre el empleo, en el marco de un ciclo económico favorable para la creación de empleo, "han permitido disminuir la tasa de dependencia".

De este modo, el número de dependientes ha pasado de 1,8 a 1,2 en España entre 1998 y 2007, descenso que ha sido más acusado en Andalucía, de 2,5 hasta 1,5, aunque la tasa sigue siendo más elevada.

En cambio, esta tendencia ha empezado a invertirse desde que se iniciara la crisis, y ambos ratios "han experimentado un repunte de dos y tres décimas en cada caso".

Advirtió de que esta tendencia "podría agravarse en los próximos años como consecuencia de la caída relativa del peso de los más jóvenes, el envejecimiento progresivo de la generación del 'baby-boom', el aumento de los mayores de 65 años y, por tanto, del número de jubilaciones".

DIFICULTADES EN EL SISTEMA DE PENSIONES

Estos factores, unidos al efecto negativo que tendrá la crisis económica, al disminuir los cotizantes e incrementar el número de parados, "contribuirán a aumentar el número de dependientes del sistema".

De esta forma, advirtió de que el sistema de pensiones español "ha gozado de buena salud hasta la fecha, pero podría entrar en dificultades ante las perspectivas del envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, agudizando las dificultades propias de los sistemas de pensiones de reparto, que redistribuyen el ahorro de los trabajadores cotizantes hacia los pensionistas".