Expertos alertan de la comercialización "abusiva" de productos de cobertura, que afecta a unos 5.000 clientes andaluces

Actualizado: viernes, 25 septiembre 2009 19:31

SEVILLA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los expertos del Instituto Andaluz de Estudios Financieros (IAEF) alertaron de la comercialización "abusiva" de los llamados productos financieros de cobertura, práctica que afecta a unos 5.000 clientes andaluces.

El coordinador del IAEF, Ángel Yagüe, alertó hoy de que la comercialización "indiscriminada" de productos de cobertura, como swaps, clips, kollars, stock pyme, pone "contra las cuerdas a miles de clientes" en Andalucía.

Lamentó que la caída de los tipos de interés "hace que muchos clientes se encuentren pagando sumas importantes por dichos productos, mientras las entidades financieras se desentienden de los daños irreparables causados a miles de clientes cuyo único pecado fue confiar en los consejos de los profesionales bancarios que, en general, los venden como un seguro sobre tipos de interés".

Agregó que los productos se venden como seguros en muchos casos y su cancelación puede alcanzar hasta el 10 por ciento del total sobre el que se realizó la operación, de forma que "este total en muchos casos no tiene nada que ver con la deuda contraída por el cliente ni en el importe ni en el plazo".

Agregó de casos de personas que tienen una hipoteca de 150.000 euros "y el banco le ha realizado el producto sobre todos sus pasivos bancarios, es decir, hasta 180.000 euros sumando préstamos personales y de consumo". Apuntó que en el caso de las pymes es también "bastante sangrante", ya que "les obligan a contratar sobre todo su pasivo e incluso a más duración que la propia deuda, con lo que el perjuicio económico puede ser extremo e incluso comprometer la supervivencia de la empresa".

Lamentó que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en este contexto "abrió sólo un expediente en 2008, aunque el 7 de mayo publicó una recomendación de cómo había que comercializar estos productos", de forma que, a su juicio, "la actitud de los organismos públicos va por la vía de enseñarnos más que de prohibir la comercialización agresiva de estos productos".