Las farmacias andaluzas emprenden una campaña para la correcta cumplimentación de recetas ante el aumento de sanciones

Actualizado: miércoles, 17 marzo 2010 14:49

SEVILLA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, que integra a las 3.600 oficinas de farmacias que existen en la comunidad, ha emprendido una campaña de concienciación entre sus usuarios para sensibilizarlos de la importancia que tiene para los responsables de estos establecimientos sanitarios, al objeto de que no sean sancionados, el que presenten sus recetas en las documentos oficiales que existen al efecto.

En rueda de prensa, el secretario del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y miembro de la permanente del Consejo Andaluz, Juan Pedro Vaquero, alertó del "incremento" que están detectando de un "uso incorrecto" y, en según que casos, "hasta fraudulento" de los formatos con los que los usuarios acuden a las boticas para que les receten los fármacos que necesitan.

Por ello, reclamó que los usuarios exijan "siempre" que les cumplimente sus tratamientos en una "receta oficial", al objeto de que los boticarios "podamos dispensar los medicamentos requeridos de forma correcta y sin quebrantar la ley".

En este sentido, indicó que en la campaña que ahora emprenden, en la que se repartirán hasta 200.000 folletos por las farmacias andaluzas y que contará con la participación de las organizaciones de consumidores Facua, UCA-UCE y Al-Andalus, se informará de los "requisitos mínimos o básicos" que toda receta debe de llevar "para que la misma no sea considerada nula".

En concreto, detalló que en las recetas deben de aparecer como mínimo "la identificación inequívoca del fármaco, el número de unidades que se solicita del fármaco, la pauta posológica, el nombre del paciente y su número de la Seguridad Social --el DNI en el caso de que se trate de una receta de consulta privada--, la firma del médico prescriptor y la fecha".

Como ejemplos de las malas praxis en este ámbito, los farmacéuticos vienen reprochando, por parte de los propios agentes sanitarios prescriptores, el que en muchas ocasiones se recetan los tratamientos en un simple volante o documento P10, una práctica que pone al farmacéutico "en la disyuntiva de o quebrantar la ley y dispensar los que viene en ese papel o hacer cumplir la norma y no dar a este paciente su medicación", lamentó.

De hecho, recordó que con un documento de receta no oficial, esto es, "sin ninguna validez jurídica", los farmacéuticos se encuentran "indefensos" de cara a una posible inspección de los servicios sanitarios de la Junta o una posible reclamación del usuario por una presunta reacción adversa al fármaco, entre otras posibilidades.

Este problema, que se detecta tanto en el ámbito público como privado y con mayor frecuencia desde 2003, ocurre fundamentalmente los fines de semana y con usuarios que vienen de los servicios de urgencias hospitalarias, según sostienen los farmacéuticos.

En estos últimos casos, sostienen que el usuario suele acudir a la farmacia con documentos como un Informe de Urgencias o un P10, estos es documentos de interconsulta, pero que no tienen validez de receta oficial.

Respecto a las 'recetas' que en ocasiones le presentan en las farmacias los usuarios que vienen de una consulta privada, criticó que "incluso nos llegan con una indicación de tratamiento rellenada en una servilleta de un bar".

Así, y en el caso de la sanidad privada, abogan por alcanzar un modelo de receta unificado, "de forma que sólo exista un tipo de receta", tal y como ya han hecho colectivos como el de los veterinarios.