Fiscalía denuncia a un vecino de Guillena por extraer tierras hasta cambiar el cauce de un arroyo

Actualizado: martes, 9 diciembre 2014 6:19

SEVILLA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico de Sevilla ha denunciado en los juzgados a un vecino de la localidad de Guillena por cambiar el cauce del arroyo 'Regajo de los Prados' mediante una serie de obras, extracciones de áridos y movimientos de tierras realizados en su finca.

En la denuncia, consultada por Europa Press, la Fiscalía considera que el denunciado podría haber incurrido en sendos delitos contra el medio ambiente y de daños, destacando que no ha pedido a la Consejería de Economía, Innovación y Fomento "ninguna autorización" en los últimos cinco años relativa a aprovechamiento de recursos minerales de una cantera que poseía, mientras que en la actualidad destina su finca a uso agrícola "después de haber allanado la zona fluvial" descrita.

Así, el denunciado, identificado como L.B.M., únicamente solicitó al Ayuntamiento una licencia municipal de apertura de una planta dosificadora de hormigón, a nombre de la entidad Transportes y Áridos Lebasa S.L., autorizada el 22 de junio de 2009.

La Fiscalía relata que la Guardia Civil, tras la denuncia de un particular, le trasladó la existencia de obras, extracciones de áridos y movimientos de tierras presuntamente realizadas por el denunciado hasta modificar el cauce del arroyo 'Regajo de los Prados', "acumulando gran cantidad de sedimentos que han llegado casi a cortar el cauce del río Rivera de Huelva", del que el arroyo "es tributario por su margen izquierda al paso por Guillena".

Según el Ministerio Público, la "alteración" del curso del arroyo ha sido llevada a cabo durante los últimos diez años, y desde el año 2007 "se aprecia en las ortofotografías aéreas que el arroyo se une al trazado original tras sucesivos cambios", a lo que se añade que, en 2009, "se produjeron nuevos movimientos de tierra que vuelven a interrumpir el cauce hasta provocar que el arroyo discurra paralelo al curso del río".

De esta manera, añade el fiscal, "la continua acción extractiva de tierras" por parte del denunciado ha determinado que la longitud del curso del cauce del arroyo, desde el lugar del desvío hasta la desembocadura original, "haya pasado a ser de unos 660 metros a solamente 350, cambiando la cota 10 ó 12 metros", de manera que la morfología del arroyo "se ha borrado casi por completo a lo largo de 370 metros, debido al relleno y allanado del terreno" por el denunciado.

"GRAVE" EROSIÓN

El Ministerio Público asevera que ello ha aumentado el potencial erosivo de las aguas, la eliminación de meandros y la degradación de la vegetación riparia, mientras que también ha provocado la acumulación de sedimentos en el lecho del río Rivera de Huelva en el lugar donde desemboca el arroyo; la inestabilidad de taludes; la grave erosión con desprendimiento de terrenos, y la pérdida de suelo fértil.

Al hilo de ello, pone de manifiesto que "el impacto de la continuada conducta del acusado, en marzo de 2014, ha alterado por completo el régimen de caudales y con ello las condiciones biológicas e hidromorfológicas del dominio público hidráulico", por lo que "se hace necesaria la rehabilitación del curso del arroyo a su trazado original".

Junto a la denuncia, se adjunta un informe de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que estima el coste de restitución y rehabilitación en 44.525,93 euros, incluyendo la restitución del arroyo a su trazado original, la mejora de las condiciones ecológicas de las márgenes del arroyo, la estabilización de las márgenes en el cauce excavado por la corriente del arroyo en su nuevo trazado, y la retirada de sedimentos acumulados en el río Rivera de Huelva.

LOS DAÑOS

El denunciante, en representación de la sociedad Pararo, que explota la finca 'El Cañuelo', afirma que ésta se ha visto afectada por las labores extractivas del denunciado, presentando valoración de daños para reacondicionar la finca por importe de 10.258 euros.

De su lado, no se ha evaluado aún el impacto causado a la flora y la fauna por la "continua" actividad del denunciado.