Fiscalía incoa diligencias de oficio por posible "daño efectivo" al yacimiento arqueológico de El Carambolo

Basura acumulada en el cerro del Carambolo, muy cerca del yacimiento
Basura acumulada en el cerro del Carambolo, muy cerca del yacimiento - EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 17 enero 2020 11:44

SEVILLA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Medio Ambiente y Patrimonio Histórico de Sevilla ha incoado diligencias de oficio en torno a la situación que sufre la corona del cerro de El Carambolo, declarada como bien de interés cultural (BIC) en 2016 al acoger restos de un santuario interpretado como un templo fenicio y propiedad de la promotora inmobiliaria Gabriel Rojas, por posibles "daños efectivos" al patrimonio histórico a cuenta de la basura y los escombros que desde hace años y años pueblan el enclave.

Según han confirmado a Europa Press fuentes de la Fiscalía, dicha institución ha tomado tal decisión ante las publicaciones periodísticas acerca del estado que padece del sector del cerro del Carambolo protegido a cuenta de valor patrimonial.

Y es que el 30 de septiembre de 1958, el cerro del Carambolo fue el escenario de uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del pasado remoto de la actual Andalucía, en el marco de las obras de ampliación de las instalaciones con las que allí contaba la Real Sociedad de Tiro de Pichón. De manera fortuita, fue descubierto un tesoro de 21 piezas de oro labradas al estilo oriental entre los siglos VIII y VII antes de la era actual, el famoso tesoro del Carambolo.

Las posteriores excavaciones arqueológicas acometidas en la corona del cerro a cuenta de dicho hallazgo supusieron además el descubrimiento de un yacimiento con vestigios cuya cronología arranca en la Edad del Cobre y abarca el periodo tardío de la Edad del Bronce y la Protohistoria, destacando restos de un antiguo santuario actualmente interpretado como un centro ceremonial fenicio.

EL PROYECTO DE HOTEL

Los suelos del cerro fueron adquiridos en el año 2000 por la promotora inmobiliaria Gabriel Rojas, que proyectaba construir un hotel que integrase los vestigios arqueológicos mediante un centro de interpretación. No obstante, las restricciones dictadas desde la Consejería de Cultura a esta iniciativa motivaron que en 2009, el citado grupo inmobiliario ofertase ya los terrenos a la Administración autonómica al considerar truncado su proyecto, iniciando además la empresa una reclamación patrimonial contra la Junta de Andalucía, por los perjuicios derivados del fracaso de su plan de levantar un hotel.

Fruto de tal litigio, pesa una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ratificada por el Tribunal Supremo, reconociendo el derecho de la empresa a una "indemnización" de más de 1,55 millones de euros por parte de la Junta de Andalucía, si bien el grupo Gabriel Rojas reclamaba una indemnización mayor.

Ya en 2016, y a petición del Ayuntamiento de Camas, la Junta de Andalucía declaró finalmente como bien de interés cultural, con la tipología de zona arqueológica, 29.450 metros cuadrados del cerro de El Carambolo que incluyen el yacimiento en cuestión, bajo la premisa de que se trata de un enclave "fundamental para el conocimiento de las primeras culturas asentadas en el Bajo Guadalquivir y en el suroeste de la Península Ibérica", según la documentación recogida por Europa Press.

No obstante, mientras los terrenos siguen en manos de la promotora inmobiliaria Gabriel Rojas, el yacimiento permanece sellado con una protección de hormigón desde que finalizasen las últimas excavaciones arqueológicas en la primera década del siglo actual y su entorno sufre una degradación y acumulación de basuras y escombros que ha motivado no pocas quejas por parte de colectivos y voces del ámbito cultural.

Precisamente esta semana, el alcalde de Camas, el socialista Rafael Recio, y la delegada territorial de las consejerías de Cultura y de Fomento y Ordenación del Territorio en Sevilla, Susana Cayuelas, han celebrado un encuentro al objeto de establecer una línea de colaboración entre ambas administraciones, para avanzar en la protección del enclave, lograr que el mismo pase al patrimonio público y promover su puesta en valor como espacio cultural.