Ifapa investiga como combatir las plagas del algodón y del tomate con técnicas alternativas de control integrado

Actualizado: domingo, 14 febrero 2010 11:43

SEVILLA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Junta de Andalucía destina cerca de 480.000 euros a estudiar la minimización de los daños que las plagas ocasionan en los cultivos de algodón y tomate del Bajo Guadalquivir y desarrollar la implantación del control integrado de las mismas, a través de un proyecto de investigación que tendrá una duración de tres años, y está financiado con fondos Feder.

Ante la problemática que las plagas representan para la industria del algodón y del tomate en el Bajo Guadalquivir, la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía ha demandado al Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) que se investiguen los mejores manejos de cara a minimizar los daños que estas plagas causan en la agricultura andaluza.

De esta manera, según la información remitida a Europa Press desde el Ifapa, como resultado de esta demanda, el Instituto en coordinación con la organización agraria COAG, ha comenzado un proyecto con dos campos bien delimitados. Por un lado, el estudio de la eficacia de las trampas de luz para controlar las plagas en algodón y tomate, y, por otro, el del desarrollo de una estrategia de control integrado en el tomate de industria.

El proyecto estudia el efecto de las trampas de luz en la población de las orugas que atacan a los cultivos de algodón y tomate, así como evaluar el impacto de la inclusión de estas trampas en la biodiversidad de las parcelas de algodón y tomate cultivadas bajo sistemas de cultivo integrado o ecológico. Además, estudia las posibilidades de implantar el control integrado de plagas en tomate de industria utilizando el control biológico como estrategia principal.

Tanto en algodón como en tomate para industria, los lepidópteros constituyen las principales plagas. Entre ellos destaca la Heliocoverpa, popularmente conocida como la oruga del tomate, que debido a su gran movilidad, voracidad, y a que suele alimentarse de diversas plantas, su presencia en las explotaciones agrícolas suele ser muy dañina.

Este proyecto nace una vez que la Unión Europea, a través de la Directiva 91/4141 CEE, prohibió el uso de determinadas materias activas, lo que hizo "imposible" en un primer momento su control.

La creciente incorporación en los cultivos de estrategias de manejo integrado --tendentes a reducir la necesidad y cantidad de productos químicos-- conduce a la evaluación de los métodos y técnicas existentes de manejo de plagas, como son las trampas de luz, la introducción de insectos enemigos de los lepidópteros, así como el empleo de setos naturales como refugio de la fauna auxiliar.

DOS EXPERIENCIAS

En el marco de este proyecto se realizarán dos experiencias. La primera se desarrollará en parcelas que están en producción de una hectárea de dimensión, situadas en los municipios sevillanos de Lebrija y Los Palacios, y consistirá en aplicar tres tratamientos diferentes a cada una de las parcelas. Una de ellas no contendrá ninguna trampa de luz, en otra de ellas se dispondrá una trampa de luz cada 2500 metros, y en la tercera se colocarán trampas cada 1250 metros.

La segunda experiencia se realizará en una parcela también en producción situada en Alcalá del Río (Sevilla), donde se ensayará el control integrado con todas las soluciones biológicas disponibles para el cultivo del tomate para industria. Otro tanto se realizará en una finca experimental perteneciente al centro Ifapa de Chipiona.

ALGODÓN Y TOMATE PARA INDUSTRIA EN EL BAJO GUADALQUIVIR

El algodón es un cultivo muy importante y de gran tradición en Andalucía. La superficie de algodón en Andalucía alcanzó en 2009 las 58.648 hectáreas, concentrándose prácticamente en dos provincias, Cádiz y Sevilla, y concretamente en la comarca del Bajo Guadalquivir.

El cultivo de tomate para industria en Andalucía tiene su origen hace un par de décadas en la comarca del Bajo Guadalquivir. La producción se concentra en los municipios de Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera y Los Palacios, cultivándose también, en menor medida, por la costa noreste gaditana.

Actualmente, el tomate para industria se plantea como una alternativa socioeconómica viable en la mencionada área geográfica, cultivándose al unísono con el algodón. La superficie de tomate para industria en 2008 alcanzó las 2.300 hectáreas, localizándose en la comarca del Bajo Guadalquivir, dentro de la provincia de Sevilla.