Ignacio del Valle cierra la trilogía de Arturo Andrade en el fin de la II Guerra Mundial en 'Los demonios de Berlín'

Actualizado: jueves, 25 junio 2009 20:58

SEVILLA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor ovetense Ignacio del Valle cierra la trilogía de su personaje Arturo Andrade en el libro 'Los demonios de Berlín' (Alfaguara), ambientada en el fin de la II Guerra Mundial, donde el soldado español se verá involucrado en un caso de espionaje cruzado del que sólo saldrá a flote por el amor.

En una entrevista concedida a Europa Press, Del Valle anunció que tras 'Los demonios de Berlín', 'El arte de matar dragones' y 'El tiempo de los emperadores extraños', al personaje de Andrade le esperará "el barbecho y descansar una temporada", pues se cierra la trilogía que recoge el intervalo de la II Guerra Mundial.

En estos nuevos episodios, el lector se encontrará lo que Hitchcock denominó "un McGuffin", un elemento que mantendrá la tensión del lector. Arturo Andrade se verá en una nueva cancillería de Reich destinado después de la campaña de Rusia, donde halla el cadáver de Ewald von Kleist, un científico alemán del programa atómico del estado teutón. Al mismo tiempo, los aliados lanzan sobre la ciudad un comando encargado para liquidar cualquier contacto con el programa atómico.

Del Valle, que promocionó hoy la obra en Sevilla, apuntó que ha aprovechado "los ojos de Andrade para mirar la historia, el proyecto megalomaniaco de Alemania, el programa atómico alemán, el germen del nacionalsocialismo o las atrocidades soviéticas".

Su fijación por la II Guerra Mundial está basada, según el escritor, en que es "una época absoluta", donde "en un mundo en llama que destruye las estructuras sociales y aparece las fronteras entre civiles y militares, la vida de forma caótica se abre paso, estructurándose lo que la sociedad de hoy". Señaló que el conflicto se convirtió en "un punto de inflexión en el siglo XX".

Confesó que "siempre le ha interesado el ser humano, quien durante la historia ha utilizado máscaras para socializar, pero que en épocas de extremos fue imposible manejarlas". Siendo, según Del Valle, estos momentos donde "se ven como son las personas"

El ganador del Premio de la Crítica de Asturias en 2006 manifestó que "en la guerra también hay sitio para el amor", como así se demuestra en la relación entre Arturo y Silke. Aunque, aclaró que "este amor, como ocurre con la belleza o la amistad en las entregas anteriores, es un elemento de equilibro para no rendirse antes de tiempo, para no volverse un cínico o un cabrón y sobrevivir en situaciones extremas".

La creación de la bomba atómica por parte del estado alemán queda recogida en las páginas de la obra de Del Valle, quien dijo que "por poco tiempo no se hizo realidad". Al hilo de esto, aseguró que "el mayor peligro que hay en la actualidad es el maniqueísmo, una visión monista de la vida, viendo en blanco o negro sin tener en cuenta los grises". En este sentido, destacó que "la paz del mundo descansa sobre las clases medias" y "alejadas de los absolutismos, como el nazismo, el fascismo o el comunismo", ya que esta visiones monistas de la vida, según el escritor, "siempre conducen a Auswitch".

Apuntó que el objetivo de la novela, cuyo eje es la condición humana, "es seducir al lector para que encuentre respuestas sin tener que sufrir, pues el placer otorga un camino más rápido para la reflexión".

Del Valle explicó que escribe tanto para los seguidores de James Joyce como de Ken Follet, siempre teniendo como referentes las obras de Victor Hugo, Dumas o Scott Fitzgerald, escritores "contadores de historias, una visión cercana a su forma de ver la literatura", precisó.