SEVILLA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un informe sobre la 'Competitividad e internacionalización de la economía andaluza y de sus provincias y el nuevo modelo de crecimiento', elaborado y editado por el Instituto de Estudios Cajasol apunta la falta de una política industrial sectorial y aboga por aumentar el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D).
Dicho estudio destaca la competitividad de los sectores exportadores andaluces y concluye la necesidad de reorientar el modelo de desarrollo de Andalucía hacia la sostenibilidad económica, social y medioambiental, y la importancia de generar nuevas actividades, toda vez que el actual modelo ha quedado "obsoleto".
Destaca la necesidad de un crecimiento de la productividad, que es un requerimiento para el aparato productivo andaluz, "que hace necesario incorporar el progreso técnico y mejorar los resultados del sistema educativo".
Considera que "a pesar de que Andalucía ha hecho un mayor esfuerzo en I+D e innovación en los últimos años, sigue siendo necesario aumentar el gasto en I+D más que los demás para mejorar los resultados". Agrega que las empresas "deben hacer mayores esfuerzos que el sector público" toda vez que las empresas andaluzas "y especialmente las que cuentan con mas de 250 trabajadores" realizan "un esfuerzo menor en sus gastos en innovación respecto a las empresas nacionales, que el que realiza la economía andaluza respecto a España".
En dicho informe se destaca la importancia y las posibilidades de la nanotecnologia y en la industria, el informe considera que el cambio de modelo "necesita disminuir la dependencia energética, que tendrá su efecto en la producción, el empleo y menor consumo de recursos naturales, que hará aumentar la eficiencia energética, y repercutirá en la disminución de importaciones al reorientar el consumo hacia las energías renovables".
Considera que el nuevo modelo energético "tiene que pasar por una mayor diversificación productiva y un considerable ahorro energético, a la vez que una menor dependencia del exterior".
El estudio considera que "hay una masa de microempresas que difícilmente pueden solucionar problemas orientados en torno a la innovación o internacionalización, debido a su escaso tamaño, esto es, por su atomización".
El informe ha sido dirigido por Arturo Gutiérrez Fernández, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, director del Grupo de Investigación de Planificación y Análisis Económico y director del Máster en Globalización y Negocios Internacionales del Instituto de Estudios Cajasol.
El estudio que acaba de presentar analiza los cambios que han venido produciéndose en la competitividad andaluza y de sus provincias en los últimos años, y también aquellos que tienen que ver con el modelo productivo. El resultado del análisis ofrece una evolución muy positiva de la competitividad y el dinamismo de los sectores exportadores andaluces.
Indica que ha aumentado la diversificación exportadora y el número de sectores que exportan, y detecta un progresivo desarrollo de ventajas competitivas de diferenciación en las exportaciones andaluzas al resto del mundo.
Considera que "para conseguir crecer más rápido que los competidores, las actividades productivas andaluzas deben captar con mayor rapidez que sus competidores, a través de las exportaciones, cuotas crecientes de los mercados exteriores, aumentando y consolidando ventajas competitivas".
En el sector de la construcción, el informe aboga por que se transforme en un sector sostenible "y para ello debe incorporar importantes dosis de sentido común y los avances tecnológicos relacionados con la domótica, la iluminación, los materiales y la energía, entre otros".
Otra de las conclusiones del estudio revela la importancia estratégica y las "grandes posibilidades" del sector TIC en Andalucía. Describe el perfil tipo de la empresa TIC como una microempresa, ubicada en Málaga o Sevilla, y dedicada a la informática.
INDUSTRIA
Respecto al sector industrial, los datos que desprende el estudio son positivos, mostrando cómo la industria en Andalucía "ha experimentado un crecimiento muy superior al nacional en sus diferentes sectores".
Ha apuntado que la productividad de la industria andaluza representada por los ingresos de explotación por ocupado u hora trabajada superaba a la industria española y agrega que la mayoría de los sectores industriales andaluces ha experimentado una evolución más favorable que los mismos sectores nacionales.
Entre las debilidades de la industria, el informe señala "la escasa inversión en I+D y la poca internacionalización de las empresas", además de "la escasa dimensión de las industrias andaluzas frente a España y la UE, que afecta negativamente a la competitividad", además de la "ineficiencia energética", el acceso de regulaciones, desajuste en la formación de los trabajadores entre los requerimientos de la demanda y la oferta, la "excesiva especialización en actividades relacionadas con los recursos naturales y de intensidad tecnológica baja o media, como la alimentación, las industrias extractivas y la energía o los recursos minerales no metálicos".
En este sentido, pone en evidencia la falta de una política industrial sectorial, y la existencia de un conjunto de políticas horizontales "que no permiten contemplar la industria como un todo que necesita medidas coordinadas que optimicen los resultados y permitan aprovechar al máximo las sinergias que el sector genera".
Reconoce que el sector alimentario andaluz "tiene importantes problemas, pues crece menos que la industria regional y ha perdido desde 1993 ocho puntos respecto a la productividad del sector nacional, 47 puntos respecto a la industria andaluza y 44 puntos respecto a la industria nacional".
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