JAEN, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Uno de los menores que supuestamente fue violado por un amigo de su familia declaró hoy en el juicio que el acusado le tocó el pene mientras pasaban unos días en la localidad de Castellar (Jaén) con motivo de la celebración de sus fiestas, que tienen lugar en agosto.
En el juicio, que quedó hoy visto para sentencia en la sección primera de la Audiencia Provincial de Jaén, el acusado, José Alberto T.J., negó haber agredido sexualmente tanto a este menor como a su hermano gemelo y aseguró que en ningún momento llegó a estar a solas con ambos.
El acusado, vecino de Sevilla y de 41 años de edad, manifestó que conoció a la familia de los menores en el año 1997 a través de un hermano del padre y que mantuvo una buena relación con todos los miembros de la familia, tanto es así que ayudó al padre a que encontrara un trabajo, y negó que esa buena relación se restringiera simplemente a los dos niños menores.
José Alberto T.J. admitió que esa relación se deterioró a partir del 12 de diciembre del año 1999, cuando el padre intentó hablar con él sobre los supuestos abusos. Así, el acusado expuso que la familia presentó la denuncia porque quieren perjudicarle después de que él mantuviera una relación sexual con la madre, aspecto que ella refutó. Por su parte, el padre de los niños aseguró que quiso como a un hermano al acusado hasta que su hijo menor le dijo que le había "metido mano" a los gemelos. Asimismo, expuso que los niños le dijeron que les había tocado sus genitales y manifestó que incluso tuvieron que llevar a uno de ellos al médico porque le sangró el pene, si bien indicó que no sospechó nada hasta que su hijo menor, de cuatro años, se lo contó.
Con respecto al médico forense que examinó a los niños por estos hechos, en el informe recogió que no presentaban lesión alguna, si bien indicó que la prueba la practicó unos cuatro meses después de la supuesta agresión, que presuntamente tuvo lugar en el mes de agosto del año 1999 pero la denuncia no se interpuso hasta el mes de diciembre.
En último lugar, el psicólogo que trató a los menores declaró que después de haberle realizado a cada uno dos entrevistas más otra de índole forense en el mes de marzo de 2001 los testimonios eran creíbles y consideró que no estaban influenciados por sus padres.
Ante estos hechos, el fiscal estableció que el acusado abusó sexualmente de ambos "penetrándoles analmente", por lo que pidió una pena de 24 años de prisión y una indemnización de 12.000 euros.
Por su parte, la defensa solicitó la libre absolución al considerar que no queda probado que el acusado haya cometido los delitos que le imputan y porque el testimonio de los menores es "poco creíble".
