Joaquín y El Cid protagonizan la LVI edición de los Mano a Mano de Cajasol

Joaquín y El Cid, en los Mano a Mano de la Fundación Cajasol
Joaquín y El Cid, en los Mano a Mano de la Fundación Cajasol - FUNDACIÓN CAJASOL

SEVILLA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El matador de toros Manuel Jesús 'El Cid' y el futbolista bético Joaquín han protagonizado este martes una nueva edición de los Mano a Mano de la Fundación Cajasol, en concreto la número 56 de estos encuentros culturales que se celebran en Sevilla desde 2007.

Esta nueva cita se había convocado como homenaje al veterano diestro de Salteras, que este año ha dicho adiós a la profesión a la que ha dedicado los mejores años de su vida. Las emocionantes despedidas del torero sevillano en las plazas de Sevilla y Madrid han servido de recuerdo de sus tardes más gloriosas en ambos escenarios, claves en su eclosión en la primera fila del toreo.

Pero la cita tenía un aliciente especial en el contrapunto prestado por la explosiva y atractiva personalidad de Joaquín, otro veterano --en este caso del balón-- que siempre ha confesado que su primera vocación había sido la de torero, aunque la oposición materna fue más fuerte y tuvo que cambiar las zapatillas de lazos por las botas de tacos que le han dado su lugar en el mundo.

"Es un privilegio estar aquí con mi amigo, con mi hermano Manuel", ha señalado Joaquín, repetidor en estos encuentros, respecto a un diestro al que, por lo pronto, aún le quedan algunos contratos americanos hasta el mes de enero y que después, según señala el propio matador, seguirá vinculado al toro, entrenando para actuar en festivales.

"Manuel ha sido una figura del toreo, su carrera así lo contempla. Nadie es maestro por una sola tarde y él ha estado entre los mejores muchos años y eso es muy complicado", ha sentenciado el futbolista.

"A veces te cuesta trabajo admitir que eres figura del toreo pero quiero hablar de Joaquín, una persona extraordinaria que ayuda a la gente más de lo que se pueda pensar; se presta a todo tipo de causas, por eso es grande y lo quiere todo el mundo".

La relación entre ambos artistas trasciende a sus propias familias y, tal y como ha advertido Moreno, hay varios nexos comunes entre sus trayectorias.

"Hay que poner lo mejor de ti mismo sin buscar excusas de terceros. Cuando tú te propones algo de verdad lo consigues", ha precisado el torero recordando algunos momentos de zozobra.

Joaquín estuvo a punto de tirar la toalla. "Me convocó la selección andaluza y le dije a mi padre que no quería jugar más al fútbol: antes de acostarme me cogió mi padre y me dio un cate, jugué y le dije a mi padre que quería seguir intentándolo. Aquello me cambió la vida", añade el futbolista, que también ha narrado su progresiva vocación bética.

"Siempre me he sentido muy ligado a esta ciudad y a estos colores, aunque también han podido condicionar mi carrera, pero no me arrepiento de nada", narra Joaquín, que renunció a algunas oportunidades profesionales que le habrían alejado de la ciudad de la Giralda.

"Tienes que estar a gusto donde estés y como estés; el dinero no lo es todo", ha precisado Manuel volviendo a incidir en esa idea, la de la vocación como motor de los artistas.

El matador ha recordado su simbiosis profesional con Manuel Tornay y Santi Ellauri, sus apoderados más fieles: "yo pude cambiar de apoderados pero estaba a gusto, eran y son mis amigos, salían las cosas y no sentía ninguna necesidad de cambiar".

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