Juan Bonilla ofrece "una mirada metaliteraria a la soledad" en sus nuevos relatos recogidos en 'Tanta gente sola'

Actualizado: miércoles, 3 junio 2009 17:06

SEVILLA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor gaditano Juan Bonilla ofrece "una mirada metaliteraria a la soledad" en sus nuevos relatos recogidos en 'Tanta gente sola' (Seix Barral), donde los protagonistas no lo saben pero tienen mucho en común, ya que entre todos van construyendo el tejido de una soledad que no puede compartirse.

En la rueda de prensa de presentación, celebrada hoy en Sevilla, Bonilla afirmó que 'Tanta gente sola' reúne bajo una estructura cerrada nueve relatos, donde el último, 'El lector de Perec', homenaje a uno de los libros más importante del siglo XX 'Je me souviens', de George Perec, recoge y cierra los ochos relatos anteriores, "no con el fin de simular una novela sino porque todos los personajes aparecidos en los cuentos son secundarios, pero elevados a la categoría de protagonista". Además, consideró que "todos se unieran en el último relato y última voz".

Del mismo modo, apuntó que durante las páginas del nuevo trabajo aparecen las figuras de la televisión, los medios de comunicación o el humor negro y "lo suficientemente gamberro para congelar la risa del lector".

"El aspecto mediático es una de las constantes" de su obra, según el escritor, con lo que muestra el "poder y la influencia en la sociedad". Al hilo de esto, dijo que en obras anteriores como en esta reciente usa programas de radio o televisión para "satirizar los temas a tratar, así como llegando a rozar lo esperpéntico". Algunos de los ejemplos, según Bonilla, el programa radiofónico 'Hablar por hablar' en el libro 'El estadio de mármol', o el concurso que se inventó para 'La noche del Skylab', la ruleta rusa, o 'Cifras y Letras' en 'Tanta gente sola.

Asimismo, confesó que su nuevo trabajo cuenta con las mismas líneas que las anteriores tomando como ejes "el humor, el juego y la metaliteratura", tomando este relato contra la idea de metaliteratura que afirma que "la literatura que habla de la literatura se aleja de la vida", señalando que "es una de las ideas más idiotas porque la literatura y vida no son cosas enfrentadas, pues la primera pertenece a la segunda e indagar en los secretos de la literatura es indagar en la vida".

Añadió que "metaliteratura es algo más allá de la literatura, literatura que quiere ser algo más", algo que prueba los dos relatos que hablan de la literatura en 'Tanta gente sola'. Por un lado, en un cuento el personaje lee el relato de Borges 'El otro' percibiendo que es una historia "tan hermosa que merecería ser real y que por lo tanto hará todo lo posible por llevarla a la realidad".

Otra muestra es 'El lector de Perec', donde el protagonista colecciones los recuerdos de la gente que escribía en las páginas del libro del escritor francés para experimentar lo desconocido, precisamente para ser otro, lo que viene a ser "una de las aspiraciones de la literatura".

PRIMAVERA DEL RELATO

Bonilla consideró "formidable y esplendido" la aparición de varios libros de relatos entre las novedades literarias actuales, aunque aclaró que "esto debería ser la novedad deseada y a la que aspira cualquier escritor de cuentos y no verlo como algo extraordinario, por lo que coincidió con ver estos momentos como la primavera del relato". Los trabajos de Ignacio Martínez de Pisón, Felipe Benítez Reyes o la tradición con Ignacio Aldecoa o Fernando Quiñones corrobora la importancia del relato en España, según el escritor andaluz. Además, lamentó tener que hablar de "lo extraordinario" que es el momento actual cuando debería ser algo "normal".

Afirmó que el relato es "un género que permite un abanico de posibilidades y la opción de poder disfrazarse en diversos personajes", pero que a su vez, "se enfrenta con el lenguaje común", ya que, según explicó, "cuando un futbolista se tira para simular una falta se le llama cuentista, no dramaturgo, o cuanto alguien dice padecer un falso dolor se le denomina cuentista, no periodista, lo que hace pensar que el lenguaje común tiene algo contra el cuento que no tiene contra los demás géneros literarios".

En este sentido destacó que le gusta esa "mala prensa" del lenguaje común, hasta el punto de "aceptar la idea de cuento y cuentista como alguien capacitado para engañar".

El ganador del Premio Biblioteca Breve de Seix Barral en 2003 por 'Los príncipes nubios' dijo que escribe novela cuando le apetece y que no espera la petición de nadie, como muestra que no sale nada a la luz desde hace seis años. Confesó que 'Nadie conoce a nadie', novela que le permitió vivir de la literatura, fue una novela fallida de principio a fin, que ahora verá la luz en su versión original, concebida como relato, en la reedición que Pretexto hará de su primera obra 'El que apaga la luz'.