SEVILLA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía, Begoña Álvarez, defendió que sucesos "trágicos" y "aislados" como la desaparición y presunto asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo la noche del 24 al 25 de enero no deben ser el "detonante" para introducir modificaciones en la legislación vigente.
En una entrevista concedida a Europa Press, Álvarez subrayó que un caso concreto como el mencionado anteriormente "no debe ser el detonante" para cambiar una legislación "en ese momento", aunque sí reconoció que debe abrirse un periodo de reflexión sobre por qué la ciudadanía pide el endurecimiento de penas.
En este sentido, reconoció que "quizás" la Administración "no ha sabido transmitir la dureza" del Código Penal existente, estimando que la solución "pasa por trabajar de forma importante en la prevención", al tiempo que puso de manifiesto que existen importantes leyes dictadas como consecuencia "de que se han repetido sucesos en el tiempo y se han observado como necesarias" la introducción de modificaciones.
Al hilo de ello, y tras señalar que la sociedad "sí nos indica por dónde van las pautas para reformar las leyes", la responsable de Justicia y Administración Pública incidió en que casos como el de la joven sevillana Marta del Castillo Casanueva "sí deben hacernos conectar con la realidad y saber que hay que ponerle remedio, pero que ese remedio no sea el endurecimiento de penas no quiere decir que no haya otro remedio sobre la mesa".
"UN HECHO TRÁGICO NO SE EVITA CON UNA PENA MUY DURA"
De igual modo, Álvarez admitió que "siempre que ocurren sucesos trágicos se levantan voces que reclaman el endurecimiento de las penas", pero puso como ejemplo que, en EEUU, la existencia de la pena de muerte "no evita que siga habiendo asesinatos y hechos aberrantes", por lo que consideró que "un hecho trágico no se evita con una pena muy dura".
Asimismo, la responsable de Justicia puso de manifiesto que en España las penas "son suficientemente duras", llamando la atención sobre el hecho de que, teniendo un nivel de criminalidad "más bajo" que el existente en el resto de Europa, las cárceles españolas "están más llenas, lo que quiere decir que nuestra respuesta, penalmente, es muy dura".
