El kurdo que arrojó un zapato a Erdogan reconoce los hechos pero alega que no quería darle

Juicio Kurdo
EP
Actualizado: lunes, 28 junio 2010 17:31

Asegura que su expulsión a territorio sirio supondrá su "muerte" y pide ser condenado antes que volver a su país

SEVILLA, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

Hokman Joma, el joven kurdo de pasaporte sirio encarcelado desde febrero de este año por arrojar un zapato contra el primer ministro turco, Recip Tayip Erdogan, en el momento en que éste abandonaba el Ayuntamiento hispalense y se disponía a subir a su coche oficial, reconoció hoy los hechos aunque defendió que en ningún momento quiso golpear con el zapato a Erdogan y que se trataba de un simple acto de protesta "para llamar la atención" sobre la situación del pueblo kurdo.

Durante el juicio, que se celebró en la mañana de hoy lunes en el Juzgado de lo Penal número 9 de Sevilla, el procesado, que también reconoció haberse dirigido al primer ministro turco con las expresiones "criminal, asesino y ¡viva el Kurdistán libre'", incidió en que su intención "no era hacerle daño", sino "llamar la atención", para lo que tiró un zapato que finalmente no alcanzó a Erdogan. Tras ello, "estuve diez segundos en pié, tras lo que fui tirado al suelo mientras un guardaespaldas de Erdogan me metía el dedo en el ojo", apostilló.

En este sentido, el procesado, para quien la Fiscalía solicita tres años y ocho meses de cárcel, dijo que, en este momento, comenzó a mover las piernas y dijo desconocer si golpeó a algún agente de la autoridad de los que en ese momento procedían a su detención --hay que recordar que la Fiscalía le imputa un delito de resistencia grave a agentes del orden--, aunque quiso reseñar que en ningún momento quiso atentar contra estos agentes.

Asimismo, y sobre el hecho de que el Ministerio Público pida, como medida sustitutoria a la cárcel, su expulsión de territorio nacional, el encartado dijo que si le expulsan a Siria "me mandarán a la muerte", porque "todo el mundo sabe cómo es Siria", añadiendo, al final de su comparecencia, que prefiere ser condenado antes que volver a su país de origen.

Tras Hokman Joma prestó declaración, por viodeconferencia, uno de los dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que participó en la detención del acusado el pasado día 22 de febrero, quien relató cómo el procesado, en un momento dado, "se quitó un zapato y se lo lanzó" al primer ministro turco, lo que motivó que, "a los dos segundos", el segundo de los agentes implicados detuviera a Hokman, "que en un principio ofreció resistencia activa", por lo que fue necesario que "le hiciéramos un barrido y lo tiráramos al suelo".

Además, aseveró que, en el momento de la detención, un guardaespaldas de Erdogan cogió al encartado "por el cuello", tras todo lo cual llevaron a Hokman Joma al patrullero. Por su parte, el otro agente consideró que la resistencia ofrecida por el procesado "fue de moderada a fuerte" y cesó cuando cayó al suelo, señalando que, desde su perspectiva y al estar poniéndole las esposas, no pudo ver al guardaespaldas de Erdogan.

SOLICITUD DE ASILO POLÍTICO EN 2005

También prestó declaración en la mañana de hoy un inspector jefe de Extranjería de la Policía Nacional, quien relató que el acusado solicitó asilo político en diciembre de 2005, el cual le fue denegado en 2006, mientras que en el año 2008 se le impuso la salida obligatoria de territorio español. Según dijo, seis meses más tarde fue interceptado, iniciándose un procedimiento de expulsión, aunque se cambió por una multa. No obstante, cuando sucedieron los hechos se inició un procedimiento de expulsión contra el acusado.

Tras estas declaraciones, la Fiscalía elevó a definitiva su petición de tres años de prisión y el pago de 1.500 euros por un presunto delito contra la comunidad internacional en relación con otro delito de atentado a la autoridad, así como ocho meses de cárcel por un delito de resistencia grave a los agentes del orden, mientras que interesó, por aplicación de lo previsto en el artículo 89 del Código Penal, sustituir las penas privativas de libertad antes relacionadas por la expulsión del territorio nacional del acusado.

El fiscal argumentó el delito de atentado a la autoridad por el hecho de que, aunque el zapato no llegó a golpear al primer ministro turco, con ese hecho "menoscabó" su autoridad, mientras que la defensa de Hokman Joma, ejercida por el letrado Luis Ocaña, solicitó la libre absolución de su patrocinado al entender que el lanzamiento de un zapato "no menoscaba, ya que es imposible," la autoridad de Erdogan, sino que se trata de un gesto "maleducado", como cuando el ex presidente del Gobierno José María Aznar hizo una "peineta" a un grupo de estudiantes.

"LA EXPULSIÓN SIGNIFICA SU PENA DE MUERTE"

De este modo, el abogado incidió en que ha quedado "meridianamente claro" que la finalidad de tirar el zapato "no es hacer daño, sino criticar y protestar" por la situación del pueblo kurdo en países como Siria. "La persona que tiró un zapato al entonces presidente de EEUU George Bush fue condenada a un año con las leyes iraquíes, por lo que no parece razonable que se pida más de tres años de cárcel a una persona que tiró un zapato a mayor distancia y con menor precisión", apostilló.

De igual modo, tachó de "imposible" que "en los dos segundos que transcurrieron" entre que arrojó el zapato y fue detenido, Hokman Joma pudiera resistirse a los agentes de la autoridad que lo apresaron. Ocaña también mostró su oposición a que el acusado sea expulsado a su país de origen, pues eso "significa la tortura y la pena de muerte segura" para un encartado que "está siendo sometido a un proceso político".

Al juicio también asistió el parlamentario de IULV-CA y secretario general del PCA, José Manuel Mariscal, quien, en declaraciones a los periodistas a la salida de la vista oral, puso de manifiesto que se trata de "un juicio político" en el que la posición del representante del Ministerio Público "responde a órdenes políticas".